He tenido la gran suerte de crecer en la Plaza de los Carros. No solo he crecido, sino que he aprendido a querer a mi tierra, respetar a las personas mayores, jugar al fútbol, socializar y ser educado. Que mi abuela viva en la Plaza de los Carros ha supuesto, además de lo anterior, que siendo un niño pudiera ir con cierta asiduidad al obrador que Los Valencianos tenían en la Calle Angostos. Entrar en aquel local era un regalo para los sentidos. Su barra plateada, su expositor con flanes y helados de todos los tipos y sabores y al fondo, siempre al fondo, una puerta que dejaba entrever unas mujeres blancas como la nieve trabajando siempre concentradas y de manera incesante. Esas mujeres eran, y son, las manos que hacen los mejores helados que los ciezanos nos podemos tomar; Los de los Valencianos.
La famosa publicación ciezana ‘’Palomas y Mariposas’’ recoge en su portada del 2 de mayo de 1954 las siguientes líneas:
HORCHATERIA VALENCIANA. Saludos al distinguido público de Cieza y le ofrece los ricos helados de su esmerada elaboración: batidos, helados de cremas, cortes de diversas clases, granizados y horchata líquida. ¡Próxima inauguración!
Al párrafo anterior le falta un producto estrella: EL POLO DE LOS VALENCINOS. A nadie se le escapa que los Valencianos constituyen hoy en día una de las mejores heladerías de la Región de Murcia, y que su amplia gama de productos no encuentra contendiente alguno en nuestra querida Murcia. Todo artesanal y con el sello propio de los ciezanos. Dentro de esa amplia gama de manjares es fácil encontrar los polos. No unos cualquiera, no, los de los Valencianos. ¿Cuántas veces hemos salido de paseo y hemos entrado a Los Valencianos, hemos pedido un polo, y hemos seguido el camino? Piénselo.
Los polos son uno de los estandartes de este famoso obrador. Su forma rectangular, o casi rectangular, te atrae de una manera irresistible. Y ya no hablemos del momento en el que estas intentando despegar el papel del producto. Una vez que lo despegas se abre ante ti una auténtica invitación a disfrutar del producto. A admirarlo, y a degustarlo siempre, poco a poco. Los polos son una de las joyas de la corona. De limón o de chocolate negro, entre otros. Probarlos constituye en estos calurosos días de verano uno de esos momentos que cualquier ciezano debe disfrutar. Sentarse en la Esquina del Convento con los amigos y relajarse mientras degustas estos polos debe ser un momento de los llamados de culto. Solo hay un pero: sino dejas que se derrita un poco puede ser que al instante el cerebro se te congele, o te dejes medio diente clavado en él.
Generaciones enteras de ciezanos y ciezanas han crecido degustando estos famosos polos durante el periodo estival. Quizás con más adeptos que el granizado de horchata o de limón, pero siempre presentes en la carta de, para mí, la mejor heladería que podemos encontrar en Murcia. Yo no creo que tarde mucho en pedirme un polo de los Valencianos. ¿Y tú? A que te han entrado ganas ¿Verdad?
Os espero en quince días. Mientras sigo observando la vida.
