En los últimos 10 años han sido asesinadas más de 700 mujeres y la respuesta del Estado debe ser de primer orden (como así ha sucedido en cuestiones como el terrorismo). Las mujeres maltratadas necesitan seguridad, los recursos y el respaldo de las instituciones para salir de la espiral de la violencia. Sin embargo, el Gobierno ha dejado de prestar apoyo a este colectivo de mujeres y también a los y las menores que sufren esa violencia. De hecho, “las llamadas de auxilio han disminuido, hay menos denuncias y aumenta el número de mujeres que las retiran. La violencia de género se está convirtiendo de nuevo en un asunto privado, de puertas para adentro.” afirma Nuria Morcillo.

El recorte presupuestario que han sufrido las partidas destinadas a la lucha contra la Violencia de Género en estos años de Gobierno del PP ha sido sangrante, ya supera el 28%. En el caso de la Comunidad Autónoma, los recortes se agravan, pues en los Presupuestos para la Región de Murcia en 2014 está previsto que desaparezcan prácticamente las partidas para actuaciones de protección integral contra la violencia de género (reduciéndolas un 88%) y se congelen las transferencias a los ayuntamientos para prestaciones básicas de servicios sociales. Una partida que ha pasado de 18 millones de euros en 2012 a 10 millones de euros en 2014. Además, con la inminente aprobación de la Reforma Local que provocará la desaparición de los servicios sociales que se vienen prestando, los relacionados con la promoción y protección de la mujer, los programas de atención a las mujeres, los puntos de información, los pisos de acogida para mujeres maltratadas, y los programas de recuperación para víctimas de violencia de género.

La secretaria de igualdad del PSOE local lamenta la falta de implicación del ayuntamiento ante la lacra del terrorismo machista y se muestra además preocupada por cómo están incrementándose los casos de violencia de género entre las más jóvenes del municipio por lo que reclama a la Concejalía de la Mujer un Plan de Actuación integral que se desarrolle sobre todo en los centros educativos y que se centre en la prevención de comportamientos violentos y machistas porque “la violencia de género no es una fatalidad biológica con la que nos tenemos que conformar.

Podemos cambiarla y la clave está en educar en igualdad” ha subrayado Nuria Morcillo quien ha finalizado recordando que “este es un problema de toda la sociedad, no sólo de las mujeres. Los maltratadores deben sentir el rechazo social al tiempo que las víctimas deben notar el apoyo del conjunto de la sociedad, de manera especial y sobre todo el de los gobiernos”.