Había interés por ver los toros de Alejandro Talavante, que lidiaba por vez primera. El encierro tuvo una excelente presentación, aunque luego fueron bastante deslucidos. Se guardó un minuto de silencio por el rejoneador y ganadero Ángel Peralta y el niño aficionado Adrián Hinojosa.
El primer toro, un precioso "burraco" "ensabanado" de nombre "Niñote" y de 498 kilos, fue recibido con animosidad por Rafaelillo. Recibió una vara corta. Álvaro Oliver colocó un buen par de banderillas. Aunque noble y repetidor, el toro adolecía de fuerzas y el torero murciano le recetó una buena tanda de rodillas. Prosiguió con una excelente tanda de naturales gustándose. Rafaelillo tapó con sumo oficio los defectos del burel. De una estocada entera y dos descabellos acabó con el burel. El público le premió con una oreja.
"Billetero" de 477 kilos y de pelo negro, tuvo una fría acogida por Talavante, donde apenas sobresalieron un par de chicuelinas. Después de una vara el extremeño comenzó una faena donde en los primeros lances recibió un pequeño puntazo. El diestro que vestía un terno lila y oro anduvo en un tono gris ante un toro de escasas fuerzas. De media estocada y un descabello finiquitó a su oponente. Leves pitos en el arrastre del toro y silencio para el diestro pacense.
"Vejerino" de 485 kilos, negro mulato, fue recibido con un buen ramillete de verónicas, cerradas con una estupenda media. El toro manseó en el caballo, recibiendo dos varas. Faena desigual e intermitente a un toro falto de clase. Aún así el peruano insistió para sacar una buena tanda de naturales, acabando con ciertos alardes efectistas de cara a la galería. Pinchazo sin soltar y estocada. Luego se eternizó con el descabello, donde dió hasta trece golpes de "verduguillo". Recibió un aviso. Labor silenciada.
El cuarto de la tarde tenía por nombre "Presidiario", y tuvo un vibrante recibo capotero de Rafaelillo, donde brillaron tres chicuelinas y una media. El toro derribó al caballo, recibiendo una sola vara. Comienzo de faena con el oficio aquilatado del murciano. Con gran enjundia y primor ligó varias tandas con ambas manos a un toro con vocación de rajarse. Rafaelillo hizo una gran labor de sometimiento. De una estocada trasera y perpendicular acabó con el toro. El diestro que vestía un terno azul turquesa paseó una oreja ante el entusiasmo de un público que siempre agradeció las enormes ganas de agradar del torero del barrio del Carmen.
Saltó "Avejaruco" en quinto lugar, un toro negro y bizco de pitones. La labor de capote de Talavante apenas tuvo relieve y sólo sería digna de mención una media verónica de remate. Luego recibiría una vara larga y un tanto trasera. Faena insulsa a un toro sin clase. Talavante, una vez más no se le vio en la plaza ciezana. Anduvo frío y desangelado. Acabar con "Avejaruco" le costó un serial donde hubieron tres pinchazos y dos medias; aparte de cuatro golpes con el descabello. Pitos al toro y torero.
"Lugareño" sirvió para que el joven Roca Rey salvara su tarde en "La Deseada". Había dado un recital de insolvencia cuando quiso matar a su primer toro, y deseaba maquillar la situación. El burel que recibió una vara, aunque quedó dormido en el caballo sin que ningún capote acudiera a su salida. De nuevo brindó al público y realizó una faena llena de alardes con algún que otro arrimón; y como final un par de desplantes. De media un tanto baja acabó con su oponente. Se le premió generosamente con las dos orejas y rabo.