La separación y el divorcio se han convertido en un fenómeno de gran importancia social que afecta a un gran número de familias. Los índices de divorcio españoles son similares a los de los países europeos, un 30% de los matrimonios se separan, y va en aumento con respecto a los años anteriores. Cuando los procesos de separación se dan en un clima de conflicto, los padres pierden la perspectiva de lo que significa dejar fuera de sus problemas a los hijos, y acaban utilizándolos en su propio interés.
A veces también se producen conflictos en el núcleo familiar, sin necesidad de que exista separación o divorcio de los padres, produciendo el mismo efecto en el niño Los niños se ven inmersos en los conflictos de los adultos, provocando una alteración de las relaciones entre el niño y sus progenitores, dando lugar a que tomen parte por uno u otro. Sus efectos en los menores son: miedo, sentimientos de profunda confusión, culpa, abandono, rechazo, impotencia, indefensión, inseguridad, estados de ansiedad y depresión, conductas agresivas y disruptivas hasta problemas escolares, todo lo cual puede agravarse si además han de participar en los procesos legales.
Esta instrumentalización de los menores, supone un indicador de maltrato infantil y una vulneración clara de los derechos de los niños. La Red Local, a través del grupo de trabajo para la prevención del síndrome de alienación parental, pretende contribuir a la ayuda de los menores afectados, de manera que la situación pueda ser superada por estos de la mejor manera posible evitando la aparición de problemas emocionales y conductuales que puedan repercutir de manera negativa en un futuro. Y, asimismo, evitar que se produzcan estas situaciones tras una separación, ayudando a mejorar las relaciones paterno filiales con vistas a la preservación del bienestar del menor. A tal fin se ha creado un equipo especializado para trabajar con aquellas familias que se encuentren en esta situación, tanto padres como niños.