La tarde se levantaba entre frías brisas, el pueblo abarrotaba la plaza de la Asunción. En el ambiente se adivinaba que algo grande se avecinaba; tras la celebración de la sagrada eucaristía de cierre de este Año Jubilar en honor al Santo Cristo del Consuelo, presidida por nuestro obispo D. José Manuel Lorca Planes, el copatrón de la villa, plantaba sus radiantes rayos en la Plaza de la Asunción, eran las siete y veinte de la tarde, de este glorioso tres de mayo. El pueblo, en un abrazo hacia su divina majestad, no espero ni siquiera que sonaran los últimos compases del Himno Nacional, la plaza se levanto en estruendo de mil y un aplausos, los cuatro rincones de esta medieval ciudad nuestra, ya sabían que el Santo Cristo del Consuelo, comenzaba a caminar entre sus gentes, comenzaba a ser consuelo del desvarió y del que en el encuentra sosiego y paz. Como es tradición en este día, el ciezano volvió de nuevo a tejerle desde balcones y ventanas una alfombra de pétalos a su paso, pétalos para el Señor de Cieza.

Ya el cortejo estaba formado por los penitentes, sus penitentes, y los presidentes de las dieciocho cofradías ciezanas, así como las autoridades y demás invitados a tan memorable día, el del Ciezano Ausente, lentamente se introducía en la Calle del Cid , a los sones de una composición sinfónica ‘’Hossana in Excelsis’’ de Oscar Navarro, interpretada magistralmente por la Banda Municipal de Música de Cieza .Que sorpresa decía la gente ,cuando al mirar la espalda del crucificado , aparecía en su atónita mirada números claveles color champagne y blanco, que hacían de su cruz una cruz de aromas y vivos colores, rememorando la labor que hace ya muchos años hacia D. Antonio Marín Oliver, cubriendo la cruz del señor con los colores de la insignia nacional, el rojo y el amarillo.

Destacar el paso del ‘’misterioso imán’’ por el Arco de la Virgen de Ánimas, donde podemos observar la Cruz de mayo que cuelga de esta coqueta hornacina, también reseñable el caminar por la calle Buitragos, donde desde los majestuosos balcones de las casas señoriales, que aún se conservan, es lanzada una lluvia de pétalos, que casi parecen un fiel reflejo de la huerta ciezana en su explosión de color. El caminar por las calles San Sebastián y Mesones mostro un mar de devoción y respeto , pero… todo cambio….. ¡Y se torno en gloria y júbilo! , el reloj marcaba las nueve menos diez, el ánimo se alzo, el redoble cambio, y el Santo Cristo del Consuelo comenzó a caminar como solo los ciezanos sabemos hacerle caminar, con ese arte que solo el tres de mayo es mostrado al mundo entero. En apenas cuarenta minutos surco el Camino Madrid , navego como solo sabe hacerlo EL, como solo el pueblo de Cieza sabe mostrarle su devoción, bajo los acordes de su…’’Cristo Bendito Gloria de Cieza, Consuelo Dulce….’’ -El resto ,ya lo sabemos desde que estamos en la cuna-.Pero todo acababa a las nueve y media, cuando a los sones del Himno Nacional entraba en su casa , que tanto le añoraba desde aquella fría tarde del Domingo de Ramos ciezano, ya estaba todo cumplido, el Santo Cristo del Consuelo había impregnado a Cieza y a sus pobladores de FE, CONSUELO Y ESPERANZA, lanzando un mensaje claro :’’Desde la Ermita, donde ante mi os postráis, soy el Faro Luminoso que día y noche os protejo ‘‘Todo acabo, pero todo empieza de nuevo, ya queda menos para volver a ver regresar a la Gloria Bendita a su pueblo.

‘’En el carnet de identidad, el ciezano lleva escrita su devoción por el Santo Cristo del Consuelo’’

D.José Manuel Lorca Planes

Obispo de la Diócesis de Cartagena