La pieza ganadora, que ha obtenido un 19,4% de los votos, supone la primera incursión del joven artista ciezano en la iconografía de Cristo Crucificado. De tamaño natural, ha sido definida por el estudioso Enrique Centeno González como un homenaje a la imaginería religiosa, que logra el impacto emocional alcanzado por los clásicos que buscaron el patetismo impuesto tras el Concilio de Trento, que en anatomía une la minuciosidad del barroco con la riqueza de volúmenes del Renacimiento y con el clasicismo del arte mediterráneo, que muestra en su policromía numerosos matices y veladuras al servicio del relato y de la expresividad de la imagen, y que posee la hondura espiritual que ofrecían los más místicos artistas del siglo XVII.
Antonio Jesús Yuste Navarro nace en Cieza (Murcia), en el año 1985. Se licenció en Bellas Artes en el año 2008. En sus primeros años de carrera entró en el taller del prestigioso escultor murciano José Hernández Navarro, aprendiendo así la disciplina de la imaginería. En la actualidad cuenta con numerosas obras de temática religiosa entre las cofradías murcianas y colecciones particulares.
Según Enrique Centeno, la obra premiada constituye un logro extraordinario para un escultor de tan solo 27 años que, a la luz de la misma, ya no admite hablar de promesas ni de expectativas, sino de una importante realidad. En el evidente empeño de Yuste Navarro por convertir este Crucificado en referencia principal de su valía artística, Centeno afirma que lo coloca en la primera línea de la estatuaria religiosa del país.