Pues bien, en esta noche en la que Cieza volvía a ver las túnicas salir de los armarios, en esta noche en la que de nuevo los acordes más sentidos en clave de marcha procesional resonaban a los cuatro vientos, y en esta noche en la que nuestra Madre se vestía de hebrea la Real Cofradía de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza decidió que en este año de su cuarenta aniversario todas y cada una de las personas que sienten en su corazón el verde de los Hijos de María debían ser nombrados Cofrades de Honor. Y así fue como tras entronizar a la ''Virgen de las Velas'', como cariñosamente se le conoce a esta imagen, se anunció el nombramiento. Un gesto y un mensaje claro que debe ser el eje de todas las cofradías y hermandades de Cieza :'' sin sus hermanos y hermanas nada sería posible''.
La certeza de mis palabras pueden comprobarla cuando las puertas de nuestro corazón se abran de par en par para dejar paso a la Semana de Pasión. Una Semana de Pasión que ha visto como hoy la Virgen de Gracia y Esperanza ha salido al encuentro de su pueblo un año más. El cortejo lo iniciaba el estandarte de la hermandad escoltado por dos faroles y posteriormente el tercio infantil de la cofradía, ¡divino tercio joven y divina juventud!. La imagen, como nos tiene acostumbrados últimamente, iba ataviada de hebrea , acorde con el tiempo de austeridad y reflexión en el que estamos, la cuaresma.
Nuestra Señora de Gracia y Esperanza ha sido trasladada hasta su casa de hermandad en un traslado-procesional que ha durado en torno a la hora y cuarto y que ha recorrido sitios que en antaño eran tan importantes para las cofradías ciezanas como por ejemplo la Plaza de los Carros, lugar donde un cuarteto de viento ha interpretado un par de piezas que ha envuelto el aire de un ambiente romántico y a la vez propicio para ver desfilar por este entorno a la Madre del Jueves Santo. El traslado, que fue visionado por una gran cantidad de gente, recorrió al compás de marchas procesionales como Callejuela de la O o Virgen de la Piedad algunas calles del Casco Antiguo de Cieza.
Hasta que mediadas las diez y media de la noche la imagen hacia su entrada en su Casa de Hermandad portada por sus anderas, mujeres de corazón noble y leal a su Virgen de Gracia y Esperanza, mujeres que han demostrado, como en años anteriores, que en su corazón sienten el verde esperanza como cualquier otra persona. Con el cierre de las puertas de la Casa de Hermandad y los últimos compases de Caridad del Guadalquivir acababa otro año más el reencuentro de los Hijos de María con el pueblo que ansioso espera una nueva amanecida de pasión. Aunque el próximo viernes veremos cómo desde San Juan Bosco, partirá San Pedro en traslado procesional, anunciándonos que en una semana el tic tac del reloj volverá a detenerse en el reloj del Convento cuando marque las diez de la noche de un nuevo Viernes de Dolores....
Detrás los candeleros,
con sus piropos de plata,
iba delante el incienso,
perfumándote la saya.
Y delante tu pañuelo,
para secar tus pestañas
(Oración Jueves Santo 2.014)
José María Cámara Salmerón