“Entre el Castillo y la Atalaya brilla una estrella radiante de esplendor”, así comienza el himno de la Santísima Virgen del Buen Suceso que compusiese el maestro ciezano José Gómez Villa para dicha imagen, y no hay mejores palabras para describir el paseo triunfal que la patrona realizó hasta llegar a Cieza, pues la imagen, que el escultor Juan González Moreno realizase en 1945, parecía brillar con luz propia en la tarde ayer, con un adorno floral de gran envergadura realizado por el artista ciezano Antonio Jesús Yuste, así como un manto y un vestido que estrena esa misma tarde, y que ha sido donado por Manuel Eloy Semitiel, hacían engrandecer la belleza de la talla escultórica.
Pasadas las cuatro de la tarde la imagen de la patrona salía de su ermita al son del Himno Nacional de España interpretado por la Asociación Musical los Revoltosos, que acompañarían a la misma durante toda su travesía de montaña. Centenares de ciezanos y ciezanas se acercaron hasta su morada situada entre el Castillo y la Atalaya, para acompañarla al son de pasodobles en su largo camino hasta nuestra la localidad.
A su llegada a Cieza, ya eran miles de ciezanos y ciezanas los que se agolpaban en las inmediaciones del puente de Hierro y el Balcón del Muro para ver la entrada triunfal de la Stma. Virgen del Buen Suceso a su pueblo, donde además la esperaba el santo patrón de Cieza, San Bartolomé, para darle la bienvenida un año más.
Ya en el pueblo, se incorporaban para la procesión de la patrona por las calles de Cieza las autoridades municipales, así como las eclesiásticas, además de los representantes de la Junta de Hermandades Pasionarias, y de la Hermandad de San Bartolomé. Al son de la música que interpretaba la Banda Municipal de Música, y con el acompañamiento de los Coros y Danzas Francisco Salzillo de Cieza, junto al pueblo de Cieza, desfiló hasta pasadas las nueve de la noche por las calles de la localidad finalizando su recorrido en la Basílica de Ntra. Sra. de la Asunción, donde descansará hasta el próximo domingo día 20, para volver hasta su morada del collado de la Atalaya en romería.
