La posibilidad de cambiar todo el mercado a la Avda. Juan XXIII, o incluso a otras posibles zonas, ha sido minuciosamente estudiada por la Concejalía de Comercio. Para cambiar el mercado semanal de sitio, según las fuentes citadas anteriormente, hay que tener en cuenta muchos factores, y no solamente el malestar de unos pocos vendedores ambulantes, vendedores por cierto, que tuvieron la oportunidad de elegir entre tres posibles zonas de cambio para ellos donde querían estar y fueron ellos mismos los que eligieron y votaron por la mayoría la calle actual donde se ubican actualmente, San Carlos Borromeo.
Cierto es que no habían pasado tres meses del cambio elegido por ellos mismos, y esta concejalía se reunió con dos personas que mostraban su descontento por el sitio que les había tocado proponiendo un nuevo cambio que hasta la fecha no avala el resto de compañeros. Quiero decir con esto a la propuesta de Ciudadanos, señalan desde la Concejalía de Mercados, que en un mercado donde alcanzamos casi los 300 puestos, siempre habrá algún sitio, o algún vendedor ambulante que no esté conforme y manifieste su pesar aisladamente. En Juan XXIII hay que tener en cuenta que es una arteria principal, y no cabe la totalidad de los puestos, habría entonces que coger calles como Saavedra Fajardo, León Felipe, Miguel de Unamuno, José Pérez Gómez, Alfonso X el Sabio y llegaríamos hasta el cruce con la bajante de Republica del Perú, todas estas calles ocupadas en una sola acera por la anchura de las mismas,( ya que es imprescindible en un mercado situado dentro del casco urbano con edificios de hasta cuatro y cinco plantas, garantizar unas mínimas medidas de seguridad y pasos para vehículos de emergencias, previendo siempre que pudiera cubrirse cualquier situación de emergencia para los vecinos que viven en esa zona ), quiero decir, añaden desde la concejalía, que quedaría una calle la Juan XIII, buena para unos pocos y luego muchas esquinas y calles transversales que no serian tan buenas para la venta y tránsito de los consumidores, con lo que perjudicaríamos al 60% de vendedores ambulantes.
Destacando también con este cambio que se colapsaría la Gran Vía y Camino de Murcia al cortar muchas de las calles que desembocan en estas arterias principales, y contaríamos por tanto con un informe negativo de tráfico, además de perjudicar colapsando arterias principales y el tránsito de todos los ciudadanos. Es decir el mercado quedaría como visualmente como una raspa de pescado perjudicando así la situación de más vendedores que en la situación actual.
Por lo que desde esta Concejalía y con estudios exhaustivos de mejoras e inconveniente que supondría un cambio para los vendedores en general y para la población, "no se tiene previsto realizar ningún cambio de ubicación del mercado, y que en el mismo momento que se termine el arreglo de la calle Azorín cada uno volvería a ocupar su sitio inicial y el mercado semanal quedaría como hasta ahora", concluye el comunicado.
