UPA reitera su llamada al Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico para que inicie un verdadero diálogo con voluntad de consenso, para afrontar con rigor técnico las posibles modificaciones en la planificación hidrológica que puedan incrementar el riesgo de la ya precaria garantía de recursos hídricos de las zonas regables del Trasvase Tajo-Segura.
Desde UPA aseguran que una disminución de los recursos trasvasables como la que implicaría el incremento de caudales ecológicos con el que se está especulando, tendría un impacto profundamente negativo desde el punto de vista medioambiental en la Cuenca del Segura, incrementando el riesgo de desertificación y reduciendo los niveles de fijación de CO2 como consecuencia de la desaparición de cubierta vegetal.
Además de los negativos aspectos medioambientales, incide UPA, la inevitable merma de caudales del trasvase disponibles para el regadío, que no tienen a día de hoy ninguna alternativa viable de recursos hídricos en términos de cantidad, calidad y precio, tendría como primeros grandes perjudicados a los titulares de explotaciones agrarias familiares. Todo ello conduciría a una disminución de la actividad, ya no sólo agraria y a entrar en una espiral de empobrecimiento de la Región de Murcia que nos haría retroceder décadas, poniendo en riesgo el mantenimiento de población en comarcas y pueblos del sureste español.
UPA, en consecuencia, se pronuncia rotundamente a favor del regadío como instrumento de progreso de las zonas rurales y en particular de las explotaciones familiares, expresa su rechazo a medidas que pueden impactar negativamente sobre los principales asuntos que debería defender el Ministerio que pretende impulsarlas (el medio ambiente y la despoblación) y exige diálogo y consenso para que la implementación del nuevo ciclo de planificación hidrológica en España no quite derechos y oportunidades a las explotaciones familiares de la Región de Murcia.