La "Deseada" iniciaba un nuevo capítulo en su centenaria historia; estrenaba nuevo empresario, el mismo que regenta la "Condomina" y la vecina plaza de Abarán, es decir Ángel Bernal. Y tal estreno se hizo con un rematado cartel a base de los grandes rejoneadores que están en todas las ferias; si exceptuamos a Pablo Hermoso y Diego Ventura. Los toros elegidos eran de las dehesas salmantinas con procedencia murubeña: Manuel Santiago "el canario". Y la expectación de los aficionados era conocer si esta puesta de largo tendría también resonancia en los tendidos del bello coso ciezano. Pero, a pesar del buen cartel ofrecido por Toros Sureste la plaza no llegó a medio aforo. Nos queda saber, si el empresario murciano pondrá remedio a los tendidos cuando llegue el 24 de agosto, ya que el anterior, es decir Antonio Soler lo intentó y no consiguió llenarlos. Le deseamos la mejor de las suertes.
El caballero de Benidorm Andy Cartagena, anduvo fácil con sus oponentes. Mostró su veteranía y sobre todo la espectacularidad como jinete, poniendo la emoción que les faltaban a sus toros. Sus lidias fueron un portento de toreo a caballo. Mató de sendos rejones de muerte, recogiendo una y dos orejas de sus toros.
Diferente en su puesta en escena es Sergio Galán. Su concepto de toreo es mucho más sobrio, digamos que clasicista y con escasas concesiones a la galería. Cortó dos y una orejas respectivamente.
La amazona de Nimes, Lea Vicens conectó con los tendidos inmediatamente. Sus ganas y afán de perfección fueron evidentes. También hizo alardes de gran doma con sus majestuosos caballos. Quizás el momento más sentido y hermoso de la tarde lo protagonizó con el sexto, en un quiebro junto a las tablas que puso los vellos de punta. Al igual que sus compañeros, mató a la primera, siendo premiada con una y dos orejas respectivamente.
Los toros salmantinos estuvieron bien presentados, dando un juego variado, aunque quizás les faltó mayor transmisión.
Ficha del festejo
Toros de Manuel Santiago.
Andy Cartagena, una oreja y dos orejas.
Sergio Galán, dos orejas y una oreja.
Lea Vicens, una oreja y dos orejas.
Los tres salieron a hombros. Menos de media entrada en tarde agradable.