El dueño de un establecimiento de venta de ropa ubicado en nuestra localidad ha sido condenado a cuatro años de prisión y cinco de libertad vigilada por abusar de una joven que quería ser modelo y a la que sometió a diversos tocamientos con la excusa de que se probara varios vestidos y de que colaboraría con ella para mejorar su físico.

Así se dispone en una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Murcia que señala que no se ha fijado el pago de indemnización alguna porque la joven, que tenía 19 años de edad cuando ocurrieron los hechos, en febrero de 2016, ha renunciado a ello.

El relato de hechos probados indica que ambos habían quedado en la tienda para una sesión fotográfica con la idea de que ella pudiera ser la modelo de la ropa de la nueva temporada. Al llegar, el acusado la saludó diciéndole que iba a disfrutar mucho con la sesión, hasta el punto de que incluso tendría un orgasmo. Cuando la chica le mostró su sorpresa por el hecho de que la cortina del probador tuviera que estar abierta, el acusado le dijo que eso era normal en el mundo de la moda, que no se preocupara por ello. Al mismo tiempo, le indicó que debía desnudarse por completo, para que la ropa interior no le marcara el vestido que le iba a dar, procediendo entonces a tocarle los pechos y los muslos y ponerle un dedo en la vagina.

Dentro de la conversación que mantuvo con la joven, le dijo que le gustaría que estuviera depilada, y cuando el acusado se disponía a bajarse los pantalones para que viera que él si lo estaba, ella le dijo que quería irse de allí.

Señala la sala que en la vista oral el denunciado negó los tocamientos y se declaró inocente. Sin embargo, el tribunal declara que los hechos quedaron suficientemente probados y da plena credibilidad a lo afirmado por la denunciante, sobre la que dice que no se advierte en ella que actuara por móviles espurios, ya que incluso renunció a la indemnización que pudiera corresponderle.

La sentencia recoge también como probado que tras los hechos denunciados, la joven le envió un mensaje en el que le indicaba que se sintió incómoda, ya que para el fin al que había acudido a la tienda no era preciso que le hubiera tocado distintas partes de su cuerpo. Como otro dato que corrobora la acusación, la sala dice que la madre de la chica, al declarar como testigo, afirmó que el acusado le comentó en una ocasión que esta tenía los muslos un poco gruesos, pero que le iba a enviar unos vídeos sobre masajes para que los moldeara.