La tradición de honrar a los muertos el 1 de noviembre, día de Todos los Santos, se traduce en centenares de ciezanos que han acudido al camposanto de nuestra localidad a llevar flores a las tumbas y elevar un rezo por el alma de los familiares difuntos. Hoy en las lápidas hay más flores en recuerdo de los que ya no están, una forma de decir a los familiares “no te olvidamos”.
El origen de esta celebración nace de la gran cantidad de mártires cristianos que produjo la persecución de Diocleciano. Las altas cifras de cristianos fallecidos llevó a la Iglesia en el siglo IV a establecer un día para conmemorar los a todos, pues el almanaque no alcanzaba para darles a cada uno el suyo.