En 2010, el pleno del ayuntamiento acordó ceder a la fundación ARGEM la propiedad de unos terrenos en la zona del Realejo para la ubicación de una planta de valorización energética de residuos agrícolas. El plazo marcado por el consistorio fue de 5 años. Pasadas las fechas acordadas y, ante la disolución de la empresa adjudicataria de la cesión, la comunidad autónoma ha decidido devolver los terrenos al ayuntamiento local.

Francisco Castaño, concejal de Hacienda, fue el encargado de explicar el hecho que ha llevado al cese de los esfuerzos: “Es la propia comunidad autónoma la que revierte los terrenos porque no ve viabilidad en el proyecto. Este equipo de gobierno ha apostado al cien por cien por este proyecto y no estamos contentos con esto porque hemos perdido 300 puestos de trabajo directos y 700 indirectos, un gran apoyo para la agricultura del municipio”, reconoció el edil. Pese a ser un punto aprobado por unanimidad, todos los grupos se mostraron descontentos ante la pérdida de esta oportunidad para el trabajo y el medioambiente local.

José Luís Vergara, de CCCi, insistió en el hecho de “no dar la batalla por perdida” en cuanto a la posible creación de la planta: “Es una ocasión que no debemos dejar escapar porque todas las condiciones nos son favorables y Bruselas dispone de hasta 220 millones para gastar en Murcia en proyectos de innovación, energía y desarrollo no convencional del sector agrícola y son, precisamente, las apuestas medioambientales y de reducción de carbono las que mejor pueden subvencionarse”. El edil del grupo mixto propuso, con su enmienda de adición, abrir el camino para poder dar luz verde a un posible proyecto que haga realidad la creación de la planta de biomasa.

También Antonio Penalva, concejal de IU-Verdes, hizo uso de la palabra para indicar que la debatida era una propuesta “que a Izquierda Unida no le habría gustado tratar”. Para el concejal, “la instalación de la planta habría sido un buen revulsivo para el municipio”. Penalva hizo patente la decepción que su grupo siente ante la revocación de los terrenos: “No nos podemos alegrar de una situación como esta. Un proyecto como la instalación de una industria de biomasa era de interés general porque suponía una protección del medioambiente, la creación de energía para un total de 25.000 viviendas y la reactivación económica de muchas familias. Unos propósitos que ahora no se van a cumplir”.

“No podemos tener una actitud conformista ante este hecho”, explicó José Luís Sánchez, de PSOE. “Cieza no cuenta con el apoyo del gobierno Regional ni con el del gobierno nacional, que aprueban leyes que van en contra de los intereses de las energías renovables”, indicó el edil. Sánchez pidió también explicaciones al gobierno local respecto a “qué ha hecho para que las inversiones realizadas por el ayuntamiento no se pierdan”.

El titular de hacienda contestó a los grupos de la oposición explicando que “de momento, la titularidad de las parcelas sigue perteneciendo a ARGEM, por lo tanto, no se puede hacer absolutamente nada hasta que el ayuntamiento tenga la titularidad sobre los terrenos”. Y concluyó haciendo saber que, una vez cerradas las tramitaciones con ARGEM, “será vista la viabilidad de estos terrenos, bien para biomasa, bien para otros intereses”.

Plantas de biomasa, una apuesta por el medioambiente

La biomasa es materia orgánica de origen vegetal o animal, incluyendo los residuos y deshechos orgánicos, susceptible de ser aprovechada energéticamente. Las plantas transforman la energía radiante del sol en energía química a través de la fotosíntesis, y parte de esta energía queda almacenada en forma de materia orgánica.

El aprovechamiento de la biomasa como fuente de energía, según Opex Energy, ofrece un amplio rango de beneficios ambientales: puede contribuir a mitigar el cambio climático y el efecto invernadero, reducir la lluvia ácida, prevenir la erosión de los suelos y la contaminación de las fuentes de agua, reducir la presión provocada por la basura urbana, enriquecer el hábitat de la vida silvestre y ayudar a mantener la salud humana y estabilidad de los ecosistemas.