Naturalmente, los partidos políticos locales no hacen el mismo análisis de esta noticia. Ni siquiera se ponen de acuerdo sobre las causas del descenso del desempleo. Para las formaciones integrantes del equipo de gobierno municipal el mérito recae en su buena gestión al frente del mismo. Para la oposición más bien es la buena marcha de la economía nacional la responsable de la mejora del desempleo. Probablemente todos tengan su parte de razón. La cuestión es la siguiente: ¿se puede mantener esta tendencia?
Analicemos los datos. Desde 2014, casi en lo peor de la crisis, el desempleo ha caído en Cieza cerca de diez puntos, desde un 23,46% de paro registrado hasta poco más de un 14% a finales del presente 2019, un porcentaje aceptable aunque siempre mejorable. La mejora económica desde la crisis ha sido evidente, y aunque mal repartidos sus beneficios, sí ha empujado la creación de empleo en todo el país. El incremento del consumo por una mayor confianza económica se ha traducido también en un aumento de los empleos en el sector servicios, que en Cieza es fundamental por su decisiva contribución a la población activa local. La oposición municipal hace hincapié en sus análisis de esta bonanza económica general. Pero es innegable que el descenso del desempleo en Cieza ha coincidido también en el tiempo con la gestión del nuevo equipo municipal que sustituyó al anterior del Partido Popular y cuyo núcleo básico lo forman PSOE e IU (además de Podemos en su momento). La coalición de partidos de izquierda que integra el equipo de gobierno municipal ha seguido una política de apoyo decidido al tejido productivo de la ciudad, el cual además se ha visto reforzado con la apertura de nuevos establecimientos industriales de gran importancia. En mi opinión algo, o mucho, habrá tenido que ver también dicha gestión en la mejora de las tasas de desempleo en Cieza.
La cuestión es hasta cuando podremos seguir con esta senda positiva. Porque la economía de Cieza sigue estando demasiado centrada en los sectores primario (agricultura) y terciario (servicios). Y ambos, a pesar de su pujanza, sufren problemas graves, como la estacionalidad, los salarios bajos o la precariedad. Mientras tanto el sector industrial, aunque ha crecido en los últimos años, sigue siendo débil en el conjunto de la economía ciezana. Y este sector, al contrario que los otros dos, suele generar empleos bien pagados y se ve poco afectado por factores estacionales. Justo lo que se necesita para que la base consumidora de Cieza pueda generar una demanda estable de productos y servicios al comercio local y a la economía ciezana en general.
Pero se podría ir más allá. Cieza es capital de la comarca de la Vega Alta del Segura. Capital administrativa, en realidad, porque a nivel económico en general y comercial en particular el polo de atracción para todas las localidades de nuestro entorno es la capital de la Región. Competir con ella es casi imposible, aunque sea por mera cuestión de tamaño. Pero optar a una parte del pastel de las compras que los consumidores de nuestros pueblos vecinos realizan en Murcia sí podría ser posible. La creación de un área comercial (que ya está proyectada) en la que los comerciantes locales fuesen el núcleo principal y en la que se instalasen además franquicias y cadenas nacionales e internacionales podría muy bien convertirse en polo de atracción comercial no sólo para los consumidores de la comarca, sino también para los de comarcas vecinas e incluso para localidades de provincias adyacentes, muchas de las cuales están más cercanas a Cieza que a su propia capital provincial. La oportunidad sería única, dada la situación geográfica de nuestra ciudad, su entidad y las distancias de los pueblos y ciudades de los alrededores.
Resumiendo: las noticias son buenas, pero como dicen algunos de los responsables municipales del ramo, no se puede bajar la guardia en este sentido, porque en la economía actual la inacción significa primero parálisis, y después retroceso. Y el retroceso, como podéis comprender, se traduce en desempleo. Y el desempleo, en pobreza y desesperanza. Y nuestra ciudad no se merece esto, por lo que debemos pedir tanto al gobierno municipal como a la oposición, y también a empresarios y trabajadores, que al menos en este asunto colaboren en bien de nuestra comunidad, de la cual son además parte fundamental.
