Empezando en el puente de Argaz pasando por el Molino de Teodoro llegué hasta La Presa, crucé por el nuevo puente en este punto para volver por la orilla opuesta, llegando de nuevo hasta el puente del Argaz. Francamente me quedé extasiado. Me pareció una obra espectacular, sublime, respetuosa con el entorno, mágica… una maravilla.
Es increíble la cantidad de gente de Cieza y de fuera con la que me crucé disfrutando de esta nueva infraestructura que nos han regalado a los ciezanos. Por fin se puede disfrutar del bello paisaje con la atalaya, el castillo o la ermita al fondo, una vez eliminada la barrera de las cañas que tantos años ha impedido el deleite de nuestros ojos observando este majestuoso paisaje. Y evidentemente de cara al turismo ofrece un valor añadido a las visitas a Cieza inimaginable hasta el momento.
Sin embargo, no podía dejar de pensar en las recientes y amargas polémicas en las que están inmersos nuestros representantes en el ayuntamiento, las cuales están impidiendo a parte de la población disfrutar de forma plena de esta nueva infraestructura.
Hemos observado como la clase dirigente en estos últimos años de decadencia de la actividad política siempre ha buscado "ponerse la medalla" ante cualquier oportunidad, siendo algunos casos especialmente esperpénticos, desde inauguraciones de obras sin terminar ante las inminentes elecciones (en algunos casos hasta sin empezar como sucedió con el expresidente del PP Aznar con la playa artificial del azud de Ojós), hasta desplantes en público sobre quién debe tener el protagonismo en la inauguración de una nueva infraestructura (hace pocos días la representante socialista del ayuntamiento de Vigo ante las ministras de fomento y empleo).
En el caso concreto del acondicionamiento de las ribera del río Segura a su paso por Cieza, no hay ninguna duda de que ha sido posible gracias a la iniciativa y gran visión de futuro del anterior Gobierno municipal junto con la valentía y decisión del actual gobierno de Cieza, el cual, a pesar de la oposición al proyecto de sus 2 socios de gobierno, y la delicada situación económica del consistorio, decidió apostar por llevar a cabo este proyecto consiguiendo además que no tuviera coste para las arcas ciezanas.
Como vecino de Cieza solo puedo ofrecer mi más sincero agradecimiento y enhorabuena por la realización de este gran proyecto, la mayor inversión nunca realizada en suelo ciezano, en plena crisis y tras años de abandono de inversiones en Murcia de los diferentes gobiernos de España.
No es óbice, sin embargo, para dejar pasar la oportunidad de pedir coherencia y respeto hacia el pueblo de Cieza. Escuchamos continuamente bonitas palabras sobre entendimiento y propuestas constructivas, no obstante comprobamos que los hechos dicen lo contrario, se quedan hasta ahora en buenas intenciones. Hay que evitar bochornos como los del fin de semana pasado con acusaciones mutuas en prensa sobre engaños hacia los ciezanos.
No debemos olvidar que en el consistorio se encuentran los representantes de todos los habitantes del pueblo de Cieza, y como tales, deben tener un comportamiento ejemplar.