Indiscutible. Por encima incluso del melocotón o las olivas. Que seguimos siendo el pueblo del mundo que arroja el mayor consumo de cerveza per capita es algo que nadie duda en nuestra ciudad y alrededores, al margen de que nos hayamos tomado la molestia (que no lo hemos hecho) de actualizar y contrastar la información. ¿Para qué, si desde que se hiciera público el dato, hace unos 20 o 25 años, es evidente que el consumo no ha hecho sino incrementarse?. Es de suponer que seguimos siendo los primeros y con más distancia aún que antes. Todo lo que vemos a nuestro alrededor confirma esa impresión, y si no, dense ustedes una vuelta por los numerosos comederos y bebederos al aire libre –casi abrevaderos, falta sólo el grifo abierto y el tanque o el estanque de cerveza en que bañarnos por fuera después de habernos regado por dentro- que proliferan en nuestra ciudad en las tórridas noches de un verano tan tórrido como el que malamente venimos soportando-, instalados profusamente sobre aceras y hasta sobre calzadas, en una multiplicación descontrolada y seguramente abusiva de las llamadas “terrazas”, a la que contribuyó de manera decisiva la Ley Antitabaco que expulsó a los fumadores del aire acondicionado y los depositó como habitual paisaje estante o semoviente (sentados o de pie) de las puertas de bares, pubs o restaurantes. Y eso es lo que tenemos: bares de 60-80 metros cuadrados y jaimas y aljaimas, o simple desparrame de sillas y mesas, en desmesurada y sospechosa ocupación de espacios públicos, en el exterior.

Este es un pueblo del salvaje, reseco, indomable, y marrano…muy marrano, marranísimo, sureste español, y nuestra bebida principal y primera seña de identidad es la cerveza. Indiscutible. Por encima incluso del melocotón o las olivas. Además, estamos en vísperas de fiesta grande, la feria de Cieza. Ya conocen ustedes mi proverbial repelús a la alegría programada y convocada urbi et orbe. Y este año no va a ser ninguna excepción. Me atrevo a decirles que más del 70% de los ciezanos y ciezanas desconoce por completo la programación de feria de este año y no es por incompetencia o desidia de las concejalías responsables, que informan, sí, claro que informan, sino porque a la gente le da lo mismo qué actos se programen con tal de tener 100 euros disponibles para salir a tomar cervezas. La Feria contribuye, sin duda, a que Cieza refuerce aún más el dudoso honor de encabezar el ranking mundial de ciudades bebedoras de cerveza, siempre en términos relativos y per capita, por supuesto, que en términos absolutos hay muchas ciudades en el mundo que nos adelantan, como es lógico, por su mayor magnitud.

La Feria acentúa aún más la propensión –natural por otra parte entre los indígenas de esta ciudad, que sobreviven penosamente cada verano abrasados de calor por infernal calor- a centrar la fiesta en la cerveza, rubia y fresquita…deliciosa. De hecho, la programación de Feria de los últimos veintidós años, ha tenido siempre un norte y punto de referencia, el cenit de la Feria, en el Viernes Santo de verano del Campeonato del Mundo de Lanzamiento de Huesos de Oliva, que este año será el viernes, 25 de Agosto, explosión, sismo, paroxismo y desbordamiento incontenido e incontenible del abrevadero cervecero en que se habrá convertido este patio de vecinos. Centenares, y hasta miles de vecinos y vecinas de este pueblo nuestro que se han estado entrenando, día sí, noche también y madrugada por qué no, hasta casi llegar al alba (perdón Aute que estás en los cielos) en la desaforada e incansable ingesta de cerveza.

El Viernes Santo de Verano del Campeonato del Mundo de Lanzamiento de Huesos de Oliva será este año el viernes, 25 de Agosto. Oficialmente, es la fiesta del lanzamiento de Huesos de Oliva, pero oficiosamente se ha convertido en la Fiesta de la Cerveza, una fiesta cuya institucionalización ya reclamé en su momento para este pueblo nuestro y que ya la tenemos por la vía de los hechos consumados, como reflejo natural, además, de una costumbre arraigada en la población: beber cerveza a todas horas…y vuelan jarras, butanos, botes, tercios, quintos o rotundas pintas que más de uno se endosa de un tirón, del fresco y rubio refresco (pues como tal se le toma por aquí). Tengo además la impresión de que en los últimos tiempos, frente a lo que era costumbre por estas latitudes, que era “aperitivear”, esto es, tomar unos aperitivos y acompañarlos con cerveza, ahora se impone “cervecear”, en el sentido de beber cerveza, aunque sea sola. Engañar al quinto para trasegarse mejor el siguiente. En cierto modo, es otra consecuencia de la crisis, porque resulta evidentemente más barato y “coloca” más, porque cada vez hay más gente que se coloca también con cerveza ahora que es tan difícil encontrar colocación. Por cierto, y mira que lo vengo diciendo veces, ¿para cuándo una fábrica de cerveza en Cieza?. Creo que es de justicia y que sería una inversión de futuro, muy productiva. Con el Lanzamiento de Huesos de Oliva convertido en deporte olímpico, que acabará por ser una realidad porque cosas más absurdas se han visto, con la institucionalización definitiva de la Fiesta de la Cerveza y el olvido definitivo de la trasnochada Feria, y con la instalación en Cieza de una sucursal potente de la Estrella de Levante y la proyección internacional del nuevo eslogan de Cieza, abrevadero de la cerveza, que relegue al olvido aquel otro ya caduco y sin sentido de Cieza, la Perla del Segura y no digamos nada de aquel otro también, disparatado, cursilón y petulante de Cieza, la Atenas del Segura, habremos puesto las bases (no sé si muy sólidas, pero sí líquidas cuando menos) de un futuro esplendoroso, que relegue al olvido el más realista de Cieza, la perla de la basura.

Porque es que mira que en Cieza somos marranos…y esa sí que es de nuestra tribu inequívoca seña de identidad.