Pronto la gallina comenzará a estirar la patita, como dice la gente mayor del lugar para referirse al alargamiento que sufren los días. Cada día un minuto más de sol. Pero para que la gallina estire la patita debe llegar la nochebuena; el lunes es nochebuena y la navidad se destapa, no se esconde y todo lo tradicional vuelve a la mesa de nochebuena. En ella no faltan los tradicionales dulces navideños. Mantecados, rollos de vino y mistela, mancheguitos, tortas de almendra o polvorones, entre otros tantos.
Los que tenemos el privilegio de vivir en Cieza podemos obviar ir a las grandes superficies a comprar dulces navideños, por que tenemos la inmensa suerte que en la Calle Mesones, a la altura del Monumento a la Semana Santa de Cieza, tenemos unas hermanitas clarisas que sacan de su vida de oración y reflexión unos minutos, u horas, para ponerse manos a la obra a realizar dulces navideños, todos artesanales, ni que decirlo.
Hace unos días, en una mañana lluviosa y fría, me dirigí a las Claras para conocer algunos detalles sobre la elaboración de uno de los productos típicos de la navidad. Sor Emilia me abrió el torno y durante unos minutos recopilé, para ustedes, algunos detalles sobre la elaboración de los dulces navideños dentro de esta comunidad monacal.
Dentro de su actividad de oración, contemplación, servicio y fraternidad desde el quince de diciembre hasta el Día de Reyes incluyen en sus tareas la elaboración de dulces típicos navideños. De manera artesanal toda la comunidad se pone en marcha durante estas fechas para tener a punto los mas variados tipos de dulces. Desde los más conocidos, como pueden ser los polvorones de almendra, hasta los aguardentaos , pasando por otros tan conocidos como son los mancheguitos, nevados, rollos de vino y mistela, o los archiconocidos pastelitos de cabello de ángel. Toda esta variedad pueden encontrarla en la Calle Mesones en el Monasterio de las Claras. Motivos para acercarte a este remanso de paz no nos faltan, por que además de encontrar dulces también encontrarás uno de los tantos belenes que durante estas fechas se montan en nuestra ciudad; y es que si vas a ver el belén muy posiblemente encontraras a una hermanita vendiendo los dulces que anteriormente he mencionado. Por las mañanas tendrás que tocarle a la puerta para poder adquirirlos, pero por las tarde, de cinco a ocho, las encontrarás en una puertecita que hay nada mas entrar a la izquierda, decorada de navidad, ahí podrás comprar todos los dulces que quieras, quizás no encuentres lo que buscas por que, tal como me comentó Sor Emilia estos productos monásticos son realizados según se van vendiendo, es decir, sino tienen lo que buscas cuando vas, vuelve otro día, seguro que tendrán. Por supuesto, no se pueden reservar, antes si, ahora no, por que la demanda les supera, y es que son algo así como seis años los que esta comunidad regala a los ciezanos estas delicias para el paladar.
Les invito desde estas líneas a que en lugar de ir a grandes superficies acudan a este monasterio y compren ahí sus dulces, con la compra colaboraran a la permanencia en nuestra localidad de esta comunidad religiosa, y a la conservación de un templo maravilloso como es el del Monasterio de la Inmaculada, y ya de paso salúdenlas y transmítanle su cariño y afecto, se lo agradecerán y conocerán que es la paz y el sosiego en estos días donde hay de todo, menos de eso.
No lo olviden: En el Monasterio de la Inmaculada Concepción, Las Claras, en la Calle Mesones, por las tardes de cinco a ocho los mejores dulces navideños , y de manera artesanal.
Por cierto, FELIZ NAVIDAD, queridos lectores.
Os espero en quince días, mientras sigo observando la vida.