Tras la misa de ocho y la representación del Sudor del Santo daba comienzo el principio del final. Otro año más la Hermandad de San Bartolomé procesionó a su imagen titular para llevarlo de regreso a su ermita del Muro.

Fueron muchos los ciezanos que a lo largo del recorrido llenaron las aceras para ver como la imagen de Carrillo Marco recorría las calles más céntricas de la localidad al ritmo de alegres pasodobles que la Banda Municipal de Música de Cieza, dirigida por Gines Martínez Morcillo, interpretaba para guiar los pasos de los anderos que portaban el magnífico trono procesional del Patrón de Cieza.

En apenas una hora la imagen volvía a su ermita. Este año como novedad, el cortejo no bajó por la Calle Mesones ni pasó por Cadenas, sino que la imagen acortó su recorrido para tirar por Angostos y Cánovas del Castillo para desembocar en el Balcón del Muro, donde otro año más, y como marca la tradición, se procedió a la bendición de los campos y huerta de Cieza. Pidiendo que San Bartolomé desde su ermita aleje las tormentas que puedan acabar con el sustento de muchas familias.

Al patrón lo acompañó Pascual Lucas, alcalde de Cieza, algunos miembros de la corporación municipal, el pregonero de la Feria, Jesús Manuel Ruiz y Saúl Sánchez, Vicario parroquial de la Asunción de Cieza. Este último, tras ser nombrado Hermano Honorífico de la hermandad, participó en la que fue su última procesión de San Bartolomé como miembro activo del clero ciezano, y es que en septiembre comenzará a desarrollar su labor pastoral en las pedanías altas de Lorca.

Todo acabó tras la palma redentora de San Bartolomé. Sin la presencia del apóstol no existirían las fiestas que hemos disfrutado estos días. El pueblo debe hacer memoria y volver a mostrar su apoyo a la Hermandad que año tras año lucha por sacar la imagen del patrón por las calles de Cieza.