Los aficionados y profesionales taurinos saben que los toros de la A coronada; (antes Escudero Calvo, y desde los años 60, Victorino Martín) marcan distancias ante otras ganaderías; digamos de las llamadas comerciales. A estos no se les pueden hacer florituras, descarados desplantes y no se puede perder un ápice de concentración ante sus estrechas caras.

Por eso, cuando vimos al joven torero Antonio Puerta darle distancias y bajarle la muleta, al primero de su lote; un toro de pastueña embestida, creímos por momentos que estábamos ante un toro convencional; -hasta que le prendió por la pierna, avisando y dejando constancia de su procedencia "Albaserrada".

El espada de Cehegín plasmó los instantes, los retazos de mayor plasticidad y arte de todo el evento con este animal. Recibió a este cárdeno oscuro con un brillante capoteo. Se le dio una sola vara, ya que el presidente mando cambiar el tercio. Se lo brindó al banderillero local Antonio Cama, adjunto a su cuadrilla. Después de la faena pinchó un par de veces, aunque sin prender el estoque y finiquitó con una entera ligeramente baja. Aplausos al toro en su arrastre y fuerte petición que concluye en una oreja.

La "Deseada" que presentaba una entrada de mas de tres cuartos de plaza, recibió con aplausos los buenos lances a la verónica rematados con media revolera de Rafaelillo. El toro de capa cárdena ;-al igual que el resto de sus hermanos-, recibió dos puyazos acometiendo al caballo.

Todo parecía ir bien, hasta que el torero de Murcia, que inicialmente había brindado al público comprobó que su toro era la típica "alimaña" de Victorino Martín. Por tanto solo pudo aguantar las tarascadas del cornúpeta, muleteandolo por bajo, en una lidia, mas bien lucha ante un animal que buscaba los tobillos del torero. Acabó con el burel con media y descabello. Leves pitos al toro y ovación al espada.

Paco Ureña; torero lorquino que aspira a convertirse en especialista de estos toros; -al igual que Rafaelillo-, recibió al segundo de la tarde con verónicas bastante aplaudidas. Buen quite de Antonio Puerta. El toro que había recibido un par de varas acometió noblemente; dejando Ureña una buena tanda con la mano izquierda y cosas interesantes con la derecha. Cerró la faena con unos ayudados por bajo, para pasaportarlo con media y entera. Muerte de toro bravo muy próximo al centro del platillo. Sin embargo apenas recibió unos aislados aplausos de algunos aficionados. Una oreja para el torero de Lorca.

Después del paréntesis de la consabida merienda; Rafaelillo brindó la muerte de su enemigo a sus compañeros de terna. Previamente, su picador había recibido aplausos después de ejecutar dos magníficos puyazos. Luego comenzaría una faena a base de mucho entusiasmo y coraje y que fue perdiendo intensidad en el tiempo. Con media estocada tumbó al toro de Victorino. Dos orejas y aplausos en el arrastre.

Ureña realizó una faena discontinua al quinto; quizás el de menos transmisión de todo el encierro, que fue muy parejo de hechuras y magníficamente presentados. De un estoconazo se deshizo del burel y a sus manos fueron a parar dos orejas.

Y por ultimo, en el sexto, vimos dos pares de banderillas con gran brillantez de Antonio Cama; -el cual hubo de saludar, despojándose de la montera. El torero de Cehegin; -todavía bastante neófito ante este encaste-, no llegó a acoplarse ante su oponente. Un toro incierto y con un peligro sordo que sacó a relucir al menor descuido del espada. Fue prendido, recibiendo una cornada de unos veinte centímetros en el gemelo. En el momento de auxiliarle hubo cierto desconcierto ante la peligrosidad del toro, el cual por unos instantes sembró el desconcierto de las cuadrillas. Antonio Puerta fue trasladado a la enfermería y posteriormente a un centro hospitalario de la capital murciana. Acabó con el toro, Rafaelillo con tres pinchazos, media y descabello.

Tanto Ureña como Rafaelillo optaron por salir a pie; prescindiendo del paseo a hombros, por respeto al compañero herido. Tarde posiblemente de luces y sombras, pero también asistimos a un espectáculo donde valoramos la raza y genio de uno de los mas bellos animales: el toro de lidia, en toda su magnificencia.