Dos jornadas han amanecido con la zona urbana y cercanías sumergidas en un espeso humo. El origen está en la quema de balas de paja que, durante una o dos horas, tratan de competir con las bajas temperaturas que pueden poner en peligro la gestación del fruto. Ante esta situación, numerosos ciudadanos han elevado sus quejas, molestos por el olor o la gran cantidad de humo. Los agricultores trataron de explicar que las quemas están controladas y que no suponen un perjuicio grave para la salud.
Manuel Martínez, de COAG, comenzó la asamblea que presidía pidiendo disculpa a los vecinos por el malestar que el humo pueda ocasionar, explicó que se trata de unas quemas “imprescindibles para impedir que las bajas temperaturas afecten a la fruta y se pierda con ello la cosecha” y argumentó que gracias a las quemas de paja se pueden salvar muchos puestos de trabajo en el campo y en las cooperativas considerando que la perdida de la cosecha produciría a Cieza un problema económico mayor que el del humo.
Indicó también que se trata de quemas “puntuales” cuando hay un riesgo real de helada y que pueden quedar muy pocos días en los que la meteorología las haga necesarias, pero quiso avanzar también que los agricultores están probando otros sistemas contra las heladas que tengan menos impacto ambiental y que pueden implantarse de cara los próximos años. Por último, Martínez hizo saber que, posiblemente, los agricultores solicitaran los permisos para seguir realizando quemas hasta el próximo mes abril.
La visión del Gobierno Local fue manifestada por María José García Parra, que afirmó entender la situación tanto de los agricultores como del resto de ciudadanos del municipio y pidió la comprensión por ambas partes. Respecto a los efectos negativos de las quemas, García Parra explicó que, en las dos quemas producidas hasta el momento, “el ayuntamiento no tiene constancia de que ninguna persona haya tenido que ser intervenida por afecciones respiratorias”.
María Dolores Hortelano, concejal de Medio Ambiente, intervino para comunicar que “en previsión de incidentes con los servicios de control forestal, este año el Ayuntamiento ha gestionado por primera vez a un sistema de autorizaciones que permite a los agricultores quemar paja en sus explotaciones cuando hay riesgo de helada” aclarando que “estos permisos se conceden siempre y cuando se cumplan las condiciones de cautela establecidas por la Dirección General para garantizar la seguridad del entorno y la población” por lo que remarcó que “no deben presentarse problemas en los casos en que se respeten las pautas establecidas”.
Concurrieron a la asamblea los concejales José Luís Vergara, de CCCi, Antonio Penalva de IU-Verdes, José Luís Sánchez, de PSOE y las concejalas de Medio Ambiente y Agricultura María Dolores Hortelano y María José García así como varias decenas de trabajadores agrarios entre los que se encontraban Manuel Martínez, de COAG, Antonio Moreno, de UPA, y Santiago Martínez, de FECOAM.
