El acto de descenso de la imagen del Cristo sirvió para desvelar el nombre del sacerdote que, visiblemente emocionado, recibió la insignia de la hermandad. Enrique Centeno, encargado de pronunciar el discurso que culminó con el nombramiento, destacó del sacerdote el ejemplo de piedad e inteligencia evangélica, así como su completa dedicación a los siervos de Dios. Natural de Cehegín y con 50 años de ejercicio pastoral a sus espaldas como pastor de la iglesia, don Antonio, como es popularmente conocido, ha pasado sus últimos años en Cieza, al frente de la Basílica de Nuestra Señora de La Asunción. El sacerdote profesa una profunda fe hacia la imagen de la cofradía, a la que acompaña cada año en la popular procesión del silencio.