A las 20:30 horas del sábado de nuevo las túnicas volaban por la Calle Mesones, los corrillos hacían presagiar que de nuevo un cortejo se iba a poner en marcha y que todo todo volvía a cobrar sentido, porque en Cieza cuando una túnica va por una calle es signo inequívoco que un despliegue de sentimientos se va a producir al compás de las marchas procesionales, pero antes de que las marchas procesionales comenzaran a sonar en el interior del Monasterio de la Inmaculada Concepción tuvo lugar un compendio de actos que evidenció la buena salud de los Hijos de María.
Mientras Rafael Salmerón Pinar y Fulgencia Carrillo recitaban el ‘’Stabat Mater ‘’ Nuestra Señora de Gracia y Esperanza caminaba poco a poco por las naves del templo para dirigirse al trono desde el que los ciezanos una hora después la admirarían y le contarían sus penas y alegrías.
Una vez entronizada el secretario de la cofradía continuó con su alocución volcada totalmente en amor hacia un día como es el Jueves Santo, y es que cuando sonó de nuevo la música por el pasillo central aparecieron tres túnicas que portaban un nuevo regalo de los Hijos de María a su madre, por un lado la nueva corona que lucirá de ahora en adelante, realizada en oro en Industrias Élite de Sevilla y un conjunto de ciriales repujados en plata sobre varal de madera, todos estos nuevos enseres serán estrenados en la procesión de las procesiones para esta hermandad, la del Jueves Santo. Tras dejar a los presentes impactados por estos nuevos presentes a la Madre del Jueves Santo tenía lugar el nombramiento de Enrique Marín Fernández como Hermano de Honor 2.017, nombramiento más que merecido a este hermano fundador, sombra trabajadora en los Hijos de María y luz en los momentos de debilidad junto a su hermano Paco, pero sobre todo un Hijos de María que lleva prendada en su corazón a su Virgen de Gracia y Esperanza cada segundo de su vida.
Campana a lo lejos, incienso en el ambiente y ‘’Mayor Dolor’’ en la cancela de las Claras, avanza el cortejo y de nuevo Cieza responde de manera apabullante a lo que más quiere, su Semana Santa, porque el ciezano cuando sabe que hay una imagen en la calle no lo duda y sale a verla, porque el ciezano quiere y siente su Semana Santa, y ayer, volvió a demostrarlo cuando otro año más salió Nuestra Señora de Gracia y Esperanza ataviada de hebrea, evidencia absoluta de que la Cuaresma avanza imparable a abrir las puertas de par en par de una nueva Semana Santa.
La imagen avanzó poco a poco por las calles ciezanas portada por las hermanas de la hermandad, que ayer noche quisieron dejar dos huecos en las varas a dos personas que vivieron su última Semana Santa el pasado año, Francisco Lucas y Pepe Paco, anderos desde el cielo y espectadores de la Semana Santa de Cieza celestial, como bien decía la imagen poco a poco avanzó rodeada del pueblo de Cieza que no la dejó ni un momento sola, abarrotando, por ejemplo, la Plaza de los Carros cuando la orquesta de flautas ‘’Orflut’’ interpretó ‘’Virgen de la Piedad’’ de Molero Luque, consiguiendo el aplauso unánime de los presentes y cediendo el testigo musical a la Asociación Musical ‘’No Tenemos Prisa’’ de Abarán, entidad que durante toda la noche mostró un nivel excelente al interpretar obras como ‘’Virgen del Valle’’, ‘’Bendita Amargura’’ o ‘’Jerusalén’’.
Así entre el aroma inconfundible del incienso, el mecer del trono tan característico del cofrade ciezano y la música poco a poco la imagen fue llegando a su casa de hermandad, donde a los sones de Caridad del Guadalquivir fue poco a poco llevada hasta el interior de su Casa de Hermandad a la que llegará un año más como la Dama del Jueves Santo ciezano.
