La jornada de ayer en los juegos olímpicos estaba marcada a fuego por muchos ciezanos, el vigente campeón del mundo y de Europa de 20 kilómetros marcha, Miguel Ángel López, comenzaba su andadura en los Juegos Olímpicos de Río 2016 con la final de la disciplina en la que tanto nos ha hecho disfrutar, pero ayer no era su día. El mismo López aseguraba después de finalizar la prueba que se encontraba decepcionado por no haber logrado su objetivo y decía no haberse encontrado en la carrera lo que le llevó a sufrir desde el inicio de la misma.
Los problemas de López, han relegado su sueño, y el de su entrenador, el ciezano José Antonio Carrillo, quizás una semana más, hasta el próximo viernes donde el marchador murciano saldrá en la final olímpica de 50 kilómetros marcha. Así mismo el sueño olímpico de Carrillo se resiste, el ciezano que ya ha conseguido cumplir dos de sus objetivos, los cuales eran poder tener un atleta en unas olímpicas, objetivo que ha cumplido con creces, ya que no solo ha tenido a uno, sino a cuatro: Fernando Vázquez (Atlanta 1996), Juanma Molina (Atenas 2004 y Pekín 2008), Benjamín Sánchez (Pekín 2008 y Londres 2012) y Miguel Ángel López (Londres 2012 y Rio 2016); y otro sueño era el de estar como entrenador oficial, objetivo que también ha logrado en múltiples ocasiones (Pekín 2008, Londres 2012 y Rio 216).
Pero todavía hay un tercer objetivo que se le resiste, como el mismo admite, el mayor sueño de Carrillo en el ansiado metal olímpico, esperemos que el próximo viernes la condiciones en Río de Janeiro sea las idóneas y Miguel Ángel López, y la marcha de Carrillo, nos vuelvan a hacer vibrar en la larguísima prueba de los 50 kilómetros marcha, y así el ciezano pueda destrozar ese sombrero de paja, emulando lo que sucedía en su película favorita, Carros de Fuego, cuando el entrenador Sam Mussabini ve como su atleta Harold Abrahams obtenía la medalla en los Juegos de París 1924.
