Que Cieza tiene unos atractivos turísticos fuera de lo común nadie lo pone en duda. Tanto parajes naturales como restos arqueológicos de primerísima línea o manifestaciones culturales destacadas puntean la geografía ciezana y constituyen sin duda un activo de importante magnitud. Y sin embargo…
Sin embargo todos estos elementos, que podrían convertir a Cieza en un importante centro turístico de interior, no acaban de ser puestos en valor. O no cuentan con los servicios turísticos complementarios suficientes para despegar por fin y atraer a la localidad a un turismo de calidad y de alto poder adquisitivo. ¿Cuál es el problema?
Pues el problema tiene varías facetas. Para empezar la oferta de atractivos turísticos ciezanos es poco conocida no ya solo a nivel internacional o nacional, sino incluso regional. Es cierto que desde hace ya años las diversas corporaciones municipales que se han sucedido en el ayuntamiento de la ciudad han hecho campaña de lo que Cieza puede ofrecer a los turistas que nos visiten. De hecho en este momento Cieza se está promocionando, de nuevo, en FITUR. Sin embargo los resultados de estas campañas de promoción, aunque tangibles, no han sido suficientes para dar el empujón definitivo al desarrollo turístico de la ciudad. Tal vez porque, al menos en mi opinión, estas campañas han sido muy puntuales y más bien escasas, con lapsos amplios de tiempo sin que se diese a conocer al público y a los profesionales del sector qué ofrece Cieza a los visitantes. Cierto es que estas campañas resultan sumamente caras y que, además, en los últimos años el panorama general, con crisis y pandemias, no era el más adecuado para obtener rentabilidad inmediata de estas actuaciones. Pero la cuestión viene de lejos.
También es cierto que se han desarrollado últimamente algunas iniciativas destacables, como la promoción y, sobre todo, el desarrollo de una serie de servicios turísticos alrededor de la floración o la puesta en valor del despoblado de Madina Siyâsa, así como otras de tipo gastronómico como Saborarte. Sin embargo falta un mayor impulso y continuidad a estas iniciativas, aunque no se puede negar que los poderes públicos locales, y también los regionales, están en ello. Aunque, insisto, hace falta una mayor labor de promoción.
Pero uno de los principales obstáculos para que el turismo en Cieza despegue por fin es la carencia de infraestructuras. En especial, de hoteles y alojamientos turísticos, aunque también de una suficiente oferta gastronómica. A nivel hotelero en la localidad solo hay un establecimiento de este tipo, el cual es de muy buena calidad pero cuenta con pocas habitaciones. A este hotel se le une un puñado de casas rurales que suman más plazas, pero escasas para lo que necesitaría Cieza para cubrir una demanda de alojamiento turístico que se quiere creciente. Hace pocas semanas se conocía el proyecto de abrir un establecimiento hotelero de cuatro estrellas junto al balcón del muro, a lo que se une el enésimo anuncio de la conversión de la Casa de las Delicias en hotel, tantas veces repetido que resulta ya poco creíble. Si estos dos proyectos se hicieran realidad el turista que llega a Cieza en busca de paisajes, cultura, gastronomía e historia podría tener la seguridad de alojarse en la ciudad y de disfrutar con comodidad y calidad de toda su oferta turística. Si a ello le añadiésemos la modernización evidente en la oferta gastronómica de la localidad, con restaurantes y bares que han mejorado notablemente tanto a nivel estético y de servicio como en calidad de los platos que sirven, la atención adecuada al posible aumento de turistas estaría garantizada y constituiría un atractivo añadido para que estos llegasen a Cieza.
Naturalmente, una cosa es decirlo y otro hacerlo. Para quien esto escribe resulta fácil realizar un análisis somero de la situación y hacer propuestas más o menos razonables o factibles. Pero de lo que no hay duda es de que los beneficios para Cieza a nivel económico y social si se consigue desarrollar y consolidar una oferta turística de calidad y sostenible y atraer a un turismo de alto poder adquisitivo serían innumerables.
Y de eso se trata: de beneficiar a Cieza y a quienes en ella vivimos.