En esta situación crítica que ha provocado la pandemia, Angela Merkel, Jacinda Ardern, Katrín Jakobsdóttir, Sanna Marin, Erna Solberg, Tsai Ing-wen, Scott Morrison y Mette Frederiksen han sido protagonistas por tomar medidas efectivas de prevención ante la rápida expansión del virus.
Jacinda Ardern (Primera Ministra, Nueva Zelanda) antes de llegar a 10 contagios no dudó en cerrar las fronteras de su país. 25 fallecimientos en un país de casi 5.000.000 habitantes.
Sanna Marin (Primera Ministra, Finlandia) es la primera ministra más joven del mundo, y quizá por ello supo ver a los ‘influencers’ como sus aliados. Las redes sociales se utilizaron como canal para sensibilizar a la población. Un método efectivo y con un gran alcance. 632 fallecidos en un país de más de 5.500.000 de habitantes.
Tsai Ing-wen (Presidenta, Taiwán) adoptó 104 medidas restrictivas que acompañó con una producción diaria de dos millones de mascarillas. Siete fallecidos en una población de casi 24.000.000 de habitantes.
Erna Solberg (Primera Ministra, Noruega) reflexionó junto a los niños de su país en una rueda de prensa exclusivamente creada para resolver todas las dudas que ellos pudieran tener. Con ello consiguió concienciar a niños, e indirectamente, a los padres de cada uno de ellos. 545 fallecimientos en un país de más de 5.300.000 de habitantes.
Angela Merkel (Canciller Federal de Alemania), doctorada en Física, supo desde el principio que se trataba de una gran amenaza. Mantuvo una comunicación permanente con los presidentes de los Landers, no pasaban ni dos días sin perder el contacto. Impulsó a todas las facultades de Medicina y a las empresas de biotecnología para estudiar la COVID-19. Aunque ahora su situación haya empeorado y los contagios crezcan como la espuma, los discursos y la comunicación que ha mantenido Merkel son ejemplares.
No podemos decir lo mismo de los discursos eternos de Pedro Sánchez, aunque esta no es la única diferente de estos países con España. Ha sido muy complicado conseguir consensos entre todas las fuerzas políticas, quizá Pedro Sánchez no supo establecer puentes pero la oposición tampoco se lo puso fácil. Ambos líderes del PSOE y del PP tienen en común que hacen un llamamiento a la responsabilidad individual pero se olvidan de que la responsabilidad de todos los individuos delega en ellos.
Está claro que el control de una pandemia no se puede conseguir intentando tapar el sol con un dedo como de costumbre, pues nos encontramos ante un problema sanitario que atañe al mundo desde la ‘m’ hasta la ‘o’. No importa la clase, condición o lugar en el que vivas, pues en este caso, y como bien dice el lema de ‘San Miguel’: “todos somos ciudadanos de un lugar llamado mundo”.
Estamos ante la ‘influencer’ más viral que jamás tendrá la historia. Tanto niños como no tan niños, mayores y muy mayores se convierten en ‘fans obligados’ interesados por saber de ‘cabo a cabo’ cómo es su evolución. Es más, por primera vez, todos tenemos argumentos válidos que puedan sustentar nuestras opiniones independientemente de que sean más o menos acertadas.
Es cierto que últimamente se ha incrementado el papel de la mujer en la política. La conclusión no es que todos los países deberían estar gobernados por mujeres (ni tampoco sustituir a los hombres), sino que es tan difícil que una mujer alcance un puesto significativo de poder que aquellas que lo hacen son realmente extraordinarias. La sociedad las observa con una lupa constantemente, han de confirmar que son aptas para desempeñar el cargo que ocupan, y por si aún había alguien que lo dudase, han demostrado que son capaces en uno de los momentos más complicados de la historia.