En esa particular batalla, Ana María contó con algo trascendental: una vida interior enriquecida por su gusto y amor al arte, y también su pasión hacia una de las cosas que mayor arraigo tuvo en ella, la semana santa de su tierra; haber expandido sus intensos conocimientos de esta en numerosos trabajos. Saber que esos conocimientos no sólo sirvieron para amenizar tertulias de café, sino que fueron más allá; testimoniaron una época de gran esplendor en todo lo concerniente a la mayor fiesta ciezana, su semana santa. También supo comunicar, como nadie, -a través de los diversos medios informativos- las peculiaridades, los fragmentos de historia, mostrar los valores artísticos que cada procesión dejaba tras de sí. Todo ello dicho, con suma elegancia, mesura equilibrio perfecto y siempre, con la calidez de sentirse íntimamente enamorada de unas tradiciones que padres y hermanos supieron insuflarle desde niña.

Y aún le quedaron fuerzas para irradiar toda su positiva energía a los que también fueron vampirizados por el maldito mal. Por ello, la estela dejada por Ana María va más allá de su condición como historiadora de arte; supo ennoblecer un trato y una dignidad hacia todos aquellos que como ella, fueron arponeados por la fulminante enfermedad.

Cuando alguien conocido, amigo o familiar muere de cáncer; a todos nos afloran ciertas preguntas, dudas, y una cierta impotencia nos asola. Vivimos en un mundo donde podemos intercomunicarnos con el resto del planeta, entre los más sofisticados aparatos; la progresión tecnológica es absoluta. Sin embargo, el cáncer, es todavía incurable?..... Hace años leí en una revista sobre investigación científica, una entrevista a un investigador francés; -el cuál, había descubierto una pócima a base de extractos de plantas y cuyo resultado en pacientes enfermos de cáncer había sido sumamente positivo. Sirvió para curar varios tipos de esta enfermedad en porcentajes bastante altos. El hombre, que jamás recibió el beneplácito de la industria farmaceútica, también llegó a recibir veladas amenazas de muerte....!!

A partir de aquello, mis dudas se acrecentaron y hoy mi esperanza es escasa en esta cuestión; sobre todo cuando se vive en un mundo donde los negocios de venta de armas y narcotráfico ocupan los primeros lugares, sólo cabe pensar en la preponderancia del dinero. Cuando no se tiene el más mínimo pudor a matar, lo demás es siempre cuestionable. ¿ Interesa a los laboratorios, continuar con los medios paliativos, que solamente apaciguan, pero no curan?.... Nos acordaremos de Ana María, siempre; sobre todo cuando contemplemos el próximo viernes santo, la rara belleza, insólita y patética de la virgen de la Piedad. Quizás era la pieza más admirada y querida de Ana......