Ya sabemos que ustedes viven muy bien. Dejen de mirarse el ombligo o ponerse de perfil para constatar lo guapos y puros que son porque sólo son parte, no de la misma casta, que también, sino de la misma mierda, sobre todo. Ustedes tienen una obligación primordial e ineludible, todos, con la sociedad española. No se nos pongan exquisitos. Mójense. Sáquennos del impasse, del atolladero endemoniado en el que estamos encallados y (tontamente) encanallados. Si no salimos es porque a ustedes no les da la gana. Déjense de exquisiteces, paripés, componendas y…mentiras. Dejen de cogérsela con papel de fumar, como hace el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, cuando dice que si ahora se abstienen, ellos, los socialistas, que no les da vergüenza seguir llamándose así, van a perder “credibilidad”, como si aún les quedara algo de eso.

De la situación actual de bloqueo institucional y parálisis no tiene la culpa el pueblo español, ni el resultado de las sucesivas elecciones del 20 de Diciembre, o las del 26 ∂e Junio. La culpa la tienen ustedes porque no han sido capaces de leer el resultado electoral. desde la generosidad y el patriotismo, desde una perspectiva de pueblo (llano, limpio y sencillo) porque ustedes no son pueblo (y no digamos llano, limpio y sencillo), y siguen sin ser capaces. Lo que ocurre es que ustedes, señor Rajoy, señor Sánchez, señor Rivera, particularmente los dos primeros, no han tenido la dignidad, la generosidad, la altura de miras, como para hacerse a un lado, hacer mutis por el foro, dar un paso atrás y dejarles a otros un huequito para que intenten hacer aquello de lo que ustedes no han sido capaces. Tampoco han tenido ni tienen el liderazgo político y la personalidad como para saber y poder conducir con fuerza y decisión a sus organizaciones en la dirección adecuada, la que representa el mejor servicio a España (perdón). Se han enjugascado ustedes, todos, los politólogos y los aprendices de politólogos, en el juego de rol de la política, que es el juego con más éxito del año que ya le hace la competencia al FIFA 2017. Miren, yo acabo de atravesar por una durísima experiencia vital que he tenido la ocasión, la oportunidad y la suerte de poder contar y de poder contarles en cuatro artículos. En el entorno del hospital todo parecía discurrir sin dramatismo, como si allí no se dilucidaran constantemente asuntos de vida o muerte, pero en los algo más de 20 días que estuve ingresado hubo unos cuantos vecinos de habitación y planta a quienes les abrieron la cabeza, y alguno hubo que no sobrevivió. Nunca vi sangre, pero allí se derramaba sangre. Aquello no era ningún juego. La actual situación de España (perdón) creo que es así de dramática, aunque, ayudada ahora por la fiesta, el calor del verano, la cervecita fresca y la vacación, la ausencia de gobierno no acabe de percibirse –especialmente desde latitudes sureñas propensas al amodorramiento- como una tragedia nacional. Pero lo es.

Albert Rivera dice ahora que Ciudadanos no será un obstáculo para la investidura de Rajoy como presidente del gobierno, pero su mano derecha, Villegas, dice que su partido NO facilitará un gobierno del P.P. ni por activa ni por pasiva. Es decir, estamos donde estábamos antes del 26J y para este viaje no necesitábamos alforjas, o lo que es lo mismo no necesitábamos gastarnos los cuartos que nos hemos gastado en papeletas sólo para darle a Pablito Iglesias una (carísima) cura de humildad. Albert Rivera ha afirmado también que la fórmula ideal sería “un acuerdo amplio entre PSOE, P.P. y C´s”, fórmula ahora ideal para él que me suena bastante a fórmula ideal para mí hace más de siete meses (Vid. mi artículo del sábado, 26 de Diciembre de 2015). ¡Dios mío, cuánto tiempo perdido!).

Dice también –por ejemplo- la privilegiadísima ciudadana María González Veracruz, flamante diputada socialista por Murcia en el Congreso (casta política de contrastada pureza y vigorosa política de casta a la que le gusta ir de progre) que el PSOE no apoyará al P.P. porque ellos están en sus antípodas, pero eso es mentira porque las antípodas están allá por Australia por lo menos y ellos, los socialistas, han pisado los mismos suelos enmoquetados de aquí mismo, han calentado los mismos muelles sillones y han aplastado sin consideración ni piedad alguna las mismas expectativas de redención social que las huestes de Rajoy I el Recortador.

Tienen claro los socialistas y el propio Pedro Sánchez que ellos deben estar ahora en la oposición, pero en la oposición a qué o a quién, porque se ve que no se han dado cuenta aún de que seguimos sin gobierno, y sin gobierno tampoco hay oposición. Por tanto…¿dónde dicen que van a situarse?.

Así que yo he cambiado, tú has cambiado…el mundo ha cambiado, pero ellos no, ellos no han cambiado.