Acontecimiento destacado, la manifestación-demostración de fuerza y capacidad de convocatoria de Podemos en Madrid, el sábado, 31 de Enero. Mucha gente, muy heterogénea, que aprovechó para vivir una jornada festiva inolvidable en el Madrid de los Austrias, porque lo cortés no quita lo valiente y la zona es de un extraordinario potencial turístico-gastronómico. La recuerdo siempre con cariño y sensaciones más o menos sinestésicas entreveradas de aromas suculentos a caldereta de pescado, bocadillo calamares y gambas a la plancha.
Por su parte, las cabezas visibles del movimiento – desde la cresta más alta de la inmensa ola- insisten en que Podemos no es de derechas ni de izquierdas –distinción trasnochada que pretenden dar por amortizada- sino que su objetivo es la transformación social radical de abajo a arriba, que es algo que no sé si ellos se lo creen, pero que es algo que todos quisiéramos creérnoslo, aunque quizá no haya dios ni alá que se lo crean, pero dos no importan cuando parece que allí hubo más de 150.000 personas, que son muchas, la verdad, congregadas para escuchar el nuevo credo, la nueva verdad revelada, en la Puerta del Sol, su espacio sagrado de épicas resonancias desde donde ya se ha iniciado la travesía del desierto con sus flamantes guías, preconizadores de un orden nuevo superador de viejas siglas y de partidos caducos y corruptos que van a caer como un gigantesco castillo de naipes repodrido ante el empuje avasallador de transformadoras y revolucionarias ideas. ¡Ahí es nada, aunque también puede ser la de Dios es Cristo! A lo mejor no hacen falta ni elecciones. Así sea y amén.
En esas estamos en Madrid, en Cataluña (bueno, ahí pasan también otras cosas, por ejemplo abrir nuevas embajadas catalanas por todo el mundo, que hablando de cosas nuevas también ésa es novedad), en Murcia...y en Cieza, donde próximos candidatos electos de Izquierda Unida/Verdes, que corren el riesgo evidente de ser borrados del mapa político por el podémico tsunami, se restriegan aún incrédulos los ojos sin acabar de encajar el formidable suceso.
Así debe de estar Francisco Saorín Marín, elegido como ilusionado candidato a la alcaldía de Cieza por Izquierda Unida/Verdes, en un trabajado proceso de primarias del que se ha obtenido una decena de nombres que tampoco habrían sido muy otros si no hubiera habido proceso de primarias, ¿verdad?. Hay que reconocer, sin embargo, que el afán por implicar a las bases y a la ciudadanía en general en algo tan democráticamente decisivo y trascendente como la composición de las listas electorales, es indudablemente muy loable. Izquierda Unida/Verdes de Cieza representa el trabajo perseverante, el tesón y el ánimo inasequibles al desaliento, la brega cotidiana por la causa, el compromiso con los de abajo, la finura intelectual, el rigor en los planteamientos (a veces excesivo, lo que puede distanciar y enfriar el mensaje y volverlo árido y farragoso).
Todas esas cualidades se dan también en Francisco Saorín, su candidato a la alcaldía para las elecciones del 24 de Mayo de 2015, que además es persona de buena planta y mirada limpia, clara y noble, de esas por las que uno puede apostar en la seguridad de que nunca te va a engañar. Izquierda Unida/Verdes de Cieza creo que va a sacar 2 concejales, el mismo número que ahora tiene, en la nueva corporación que salga elegida el próximo 24 de Mayo. Y eso en gran parte también por inercia. Un resultado que, de producirse, constituirá sin duda una grave injusticia democrática, valga la expresión...un desaire de un pueblo agrio y desagradecido. Pero el pueblo no entiende de justicia o de injusticia.
En último término, como sujeto último de todo derecho, la administra a su antojo o albedrío. Dicen que el pueblo nunca se equivoca, aunque otros muchos piensan que no da una. En fin, mientras no se quieran imponer criterios, ideas u opiniones por la fuerza, que cada cual piense lo que quiera, o lo que le salga de sus cojoncillos (¿he dicho cojoncillos?...)
Por cierto, si siguen ustedes estos artículos, háganme el favor de contar los concejales que voy distribuyendo no vaya a ser que me pase. Si yo no he contado mal, me salen hasta ahora entre 15 y 16 para un máximo de 21. No se me enfade naide. Aún quedan algunos por repartir. Y sí, como les decía, así deben estar en Izquierda Unida, pensando que ahora que podíamos...llega Podemos para que tampoco podamos.