Las horas como cualquier día avanzaban, pero hoy en el Convento se respiraba devoción y fe, en ningún momento ha estado la sagrada imagen en soledad, siempre una persona llegaba hasta sus pies, pero el día no solo era besapies, ¡no! .Como imagen que representa la divinidad de Dios y como celebración enmarcada dentro de la iglesia católica a lo largo del día se celebraron varias misas para celebrar este primer viernes de marzo y primer viernes de cuaresma.
Sin embargo el martillo volvió a su lugar después de un año, volvió a hacer vibrar los corazones y volvió a llegar al pueblo que ya le esperaba en la puerta, el besapies sufría un descanso pero no hacía más que empezar la función para la cual las imágenes son realizadas, es decir para hacer catequesis en la calle –función a veces bastante olvidada- a las nueve menos cuarto de la noche y con más retraso de lo habitual, la tez morena del Cristo de Medinaceli cruzaba el dintel del Convento de San Joaquín ante el asombro y la incredulidad de muchos que irónicamente decían ,’’otro año más ‘’ signo clarividente de que Cieza y sus gentes ya no entienden la cuaresma sin los Vía Crucis. El cortejo avanzó lentamente por el casco antiguo de Cieza- haciéndonos por un momento sentir que era semana santa-, el mismo conformado por cruz guía, cuerpo de faroles y estandarte abrían la procesión y tras ellos el pueblo en corros y en masa se arremolinaba para acompañar en el primer Vía Crucis cuaresmal a la imagen del Medinaceli, destacar su paso por la Plaza del Ayuntamiento donde el campanario de la Basílica configuraba un marco idílico más propio de sueños que de realidades; y así avanzaba , poco a poco entre el rezo de las estaciones , oración , devoción y Fe.
De nuevo sobre las diez y cuarto volvió a entrar para situarse en su trono de rey en el que improvisadamente se convierte cada año el altar mayor del Convento de San Joaquín, acababa el Vía Crucis en el interior tras una entrada sublime, debido en gran medida a la veteranía y tesón de los anderos del Cristo y a los compases angelicales del Himno de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli tocado por un dulce piano.
Pero todo volvió a la rutina del día ,Nuestro Padre Jesús de Medinaceli volvió a situarse en su lugar para esperar los besos de esperanza, salud, fe, cariño y devoción que hasta sus pies llegaban de cada uno de los ciezanos que se han acercado hoy hasta uno de los puntos más céntricos y devotos de Cieza.
En la medianoche de este ya pasado siete de marzo, se acababa esta jornada que ha dejado miles y miles de personas postradas ante una imagen sacra evidenciando que cada día está más viva la devoción al Cristo de Medinaceli, y quizás recordando a los trabajadores y trabajadoras de Géneros de Punto, que hasta el sueldo daban por esta bendita imagen, Nuestro Padre Jesús de Medinaceli…