El listado en cuestión hace referencia a casi doscientos medicamentos, destinados a tratar enfermedades tan graves como mortales. En su mayoría son fármacos que se usan para tratamientos de varios tipos de cáncer, como pueden ser tumores pulmonares, cerebrales, leucemias, y también fármacos que se utilizan en el tratamiento de hepatitis, entre otras dolencias. Llama la especial atención la gravedad de las enfermedades que estos preparados tratan, y no son pocas las voces que se han lanzado en contra de esta decisión.

Se tratan pues de enfermedades, crónicas y/o mortales si no se recibe el tratamiento adecuado. En un país con más de seis millones de parados, no es difícil imaginar que muchos de estos pacientes estarán en una situación económica delicada. La resolución en cuestión no plantea ningún procedimiento para facilitar el pago de estos medicamentos a familias con problemas económicos o que se encuentren en situación de desempleo o incluso la exención del pago para estos casos, (hay que tener en cuenta que en muchos casos estos medicamentos son muy costosos), por lo que la opinión pública se preguntan que pasará con los pacientes que no puedan asumir este gasto. Llama la atención la especial falta de delicadeza hacia personas, a las que además del drama personal y familiar que supone padecer una enfermedad de tal gravedad, se suma la preocupación de cómo afrontar estos gastos médicos.

El hasta no hace tanto, envidiado y admirado sistema de sanidad pública español, se desmorona por momentos, maltratando una vez más a una sociedad doliente a la que apenas se le da un respiro.