Estos temas juntos a otros, inspiraron una sinfonía titulada “Murcia” que tras caer en el olvido ha sido rescatada, revisada y transcrita por el musicólogo Salvador Martínez para su reestreno. Hace unos años nuestra comunidad autónoma creó el denominado “Centro de documentación musical” para recuperar, catalogar y difundir musical y digitalmente lo que encontraran de nuestro tan despreciado y olvidado patrimonio musical. Al frente de dicho organismo se nombró a Salvador Martínez, llegando a catalogar cerca de dos mil obras de diferentes compositores murcianos, fruto de la donación o préstamo de los compositores vivos (Ginés Abellán, José Luis López García…), herederos (Antonio López Villanueva…) e instituciones (Monasterio de Religiosas Dominicas - las Anas-, Orfeón Fernández Caballero…), realizando hallazgos tan interesantes como una obra inédita manuscrita orquestal de Manuel Fernández Caballero titulada “Los murcianos” y un “Te Deum” del maestro de capilla Mariano García López, entre otros.
Pronto los recortes presupuestarios llegaron, dejando este centro documental, adscrito al archivo general de la Región de Murcia, bajo mínimos. La sinfonía “Murcia” es parte de esa labor investigadora que ha sido puesta en valor para el disfrute de nuestra localidad por la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia bajo la dirección de Virginia Martínez. Como sencilla aportación al mencionado y desconocido compositor que recopiló estas populares melodías, y ante la ausencia de fuentes documentales que nos aclaren el origen y número de obras del mismo, deseo aprovechar la ocasión para compartir y crear un breve catálogo incompleto (ante futuros hallazgos) de sus obras. Nacido en Murcia, en 1878, fue un importante investigador de nuestro folclore así como compositor. Lamentablemente tan solo han llegado a nuestros días breves referencias en algunos diarios y ninguna relación o catálogo de sus obras. Tampoco me consta que publicara música impresa a diferencia de su padre, Fernando Verdú, conocido director de banda y compositor de la ciudad de Murcia que llegó a tener tienda al público con este cuño “Almacén de música F. Verdú e hijo, Murcia” para la venta de instrumentos y partituras. Por las referencias escritas de sus amigos falleció prematuramente quebrando una carrera musical brillante.
A continuación expondré una relación de sus obras que han sobrevivido al paso del tiempo: -Varias composiciones de cámara y orquesta. Así como una sinfonía para gran orquesta, premiada con un reloj de oro en unos juegos florales y de Loa a Cervantes, con letra de Sánchez Madrigal. Según consta en el Cancionero popular de la Región de Murcia, pág. 5. Reedición facsímil. Murcia. Año 2001. Estos originales se encuentran depositados en el archivo de la Real Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca y fueron cedidos por las hijas del ilustre médico y musicólogo murciano D. José Pérez Mateos.
-“Sinfonía Murciana”.Compuesta para grande orquesta, sobre aires populares, y arreglada para banda militar por José Verdú Landívar. Esta obra obtuvo el premio ofrecido por S.A.R. la Infanta D. Isabel de Borbón en el certamen organizado por el Diario de Murcia de 1889. Consta de cuatro tiempos: Allegretto, Adagio, Minuetto, Allegro. Cada uno inspirado en motivos populares murcianos. Al final de la obra se incluye una página explicativa de los temas. Archivo particular.
-“¡Quién supiera escribir!”. Esta composición poética o dolora se encuentra localizada en el catálogo de los fondos musicales de la SGAE. Dividida en tres números, se conserva su partitura manuscrita reducida para canto y piano. Fue estrenada en el Teatro Romea (Murcia) el 1 de febrero de 1912. Según publica María Encina Cortizo en su libro “Teatro Lírico (I). Madrid. Año 1994. Signatura: MPO/1636. Archivo original: José Verdú Landívar (Murcia).
- Sinfonía “Murcia” inspirada en motivos populares murcianos. Sobre dos de esos temas titulados “Alborada y escenas ciezanas y canción del hilaor ciezano” el compositor y musicólogo murciano Salvador Martínez realiza una revisión y transcripción interpretada en la gala inaugural del nuevo Teatro Capitol. Depositada en el Centro de Documentación Musical de la Región de Murcia. La aportación reconocida más importante de este compositor murciano, es la recopilación de cuarenta canciones populares murcianas junto a sus notas aclaratorias, que fueron publicadas en 1906 bajo el título, “Colección de Cantos populares de Murcia”. (Colección de cantos y danzas de la ciudad, su huerta y campo recopilados, transcritos y armonizados por José Verdú”). Con “Introito” de Tomás Bretón, en el que éste alaba la belleza y elegancia de nuestra música popular recogidas en este libro de folclore. Ante el corto tiraje de la primera edición y la ausencia de ejemplares disponibles, se realizó una segunda edición a cargo de la Real Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca (Murcia, Piles editorial de música. 2001, mencionada anteriormente).
En el prólogo a esta reedición, el entonces director de la Academia, D. Antonio Salas Ortiz, fallecido hace unos años, nos menciona la importancia que tuvo este importante músico murciano “…cuyos datos de nacimiento y defunción son imprecisos, es autor, además de una Sinfonía inspirada en aires murcianos y varias composiciones de cámara y orquesta cuyos originales, junto al del Cancionero, posee el archivo de la Academia, cedidos, gentilmente por las hijas del ilustre médico y musicólogo murciano D. José Pérez Mateos, amigo íntimo de Verdú y quien, según parece, presentó al autor de La Verbena de la Paloma y La dolores (Tomás Bretón) para que hiciera el introito del Cancionero”. Prueba de su precoz talento es una columna del diario “La Paz” de Murcia con fecha 19 y 20 de abril de 1890 describiendo como la orquesta del Teatro Romea interpretó, como primicia, una composición de aires murcianos original del joven José Verdú, premiada por la Diputación con un obsequio. Posiblemente se refiera a la mencionada obra sinfónica titulada “Sinfonía murciana” compuesta a la edad de 12 años de edad, prueba de su precoz talento.
Para finalizar, es mi deseo que este artículo sirva como rendido homenaje a cuantos compositores y músicos anónimos u olvidados de nuestra región, que tan grandes y sencillos momentos hicieron vivir a tantas generaciones pasadas, acompañando: veladas, conciertos, funciones religiosas, zarzuelas, cafés, pasacalles, terrazas…en todas nuestras ciudades y pueblos. Aunque “el papel es más fuerte que la carne”, el paso del tiempo deja grandes vacíos que debemos cubrir recuperando, conservando y difundiendo hasta el más pequeño fragmento de papel o pieza instrumental reseña de nuestro patrimonio musical regional.
Antonio León Más Gómez.-
