Se fueron las tristes mañanas y el letargo que vive la huerta ciezana durante los meses invernales. Se acabó todo. Ahora llega el momento de Cieza, llegó su hora. Marzo lo anunció en el despertar de la huerta más bonita del mundo, la de Cieza. Nuestra Cieza. ¡Despierta Cieza, es tu momento!

Llegó marzo entre hordas de turistas ansiosos por conocer, sentir y oler nuestra tierra. Llegó marzo con los primeros redobles de la Cuaresma que poco a poco se va desperezando, ansiosa por coger por sorpresa a los ciezanos y llenar las esquinas de la memoria de imágenes, marchas procesionales y flores frescas. Marzo llegó, llegó con las tardes que te invitan, sin remedio, a salir al Paseo Ribereño a comerte con los ojos cada uno de los árboles que te saluda con su mejor cara cuando pasas a su lado. Marzo no es baladí en nuestra localidad. Teñida de rosa nos ofrece un aspecto envidiable. Sus terrazas se llenan de gente, los monumentos se pintan del color de la flor más bonita del mundo, la del melocotonero, los museos reciben miles de visitantes, las empresas tienen que aumentar sus plantillas porque Cieza se convierte en la Primavera del Mundo, como diría María Luisa, en el video de Presentación de la Semana Santa de Cieza 2018.

Marzo quiso darse a conocer en nuestra tierra, quiso nacer allá por el Horno, La Macetua, El Olmico, El Soto de la Zarzuela o El Gurugú. Quiso tener por madre a la Atalaya y bajo su amparo regalarnos cada día lo mejor de él. Ciezanos; somos unos privilegiados por vivir donde vivimos y poder tener el mejor marzo de la humanidad.

Marzo es FLORACIÓN, es CARNAVAL, son TORTAS DE REVENTÓN, es CUARESMA, es REENCUENTRO, es NATURALEZA, es SABORARTE, es el PASEO RIBEREÑO EN EL DESPERTAR DE SUS ÁRBOLES. MARZO es CIEZA.

Marzo es el pistoletazo de salida a unos meses donde Cieza despierta henchida en la belleza del sol tostado en los atardeceres que cada día nos regala el Dios Sol cuando pinta sutilmente, como los pintores impresionistas, las calles de esa joya paisajística que es el Casco Antiguo y la ventana que se nos abre de par en par a la huerta ciezana, bañada por el antiguo Thader.

Marzo abre la puerta a meses fréneticos donde la Semana Santa, las Fiestas del Escudo ‘’La Invasión’’, la Feria, las noches de risas en las terrazas y las tardes en Los Valencianos nos cambiaran totalmente el sentido del humor. Somos felices, ¡sí!, pero ahora que marzo nos abre las puertas del cielo seremos los más felices en la tierra más bonita del mundo, CIEZA.

Ya por las esquinas se escuchan los redobles del tambor y el paso lento de los anderos. Pronto llegará la Semana Santa…

Os espero en quince días, mientras sigo observando la vida.