Al que le guste la historia y se adentre en los acontecimientos pasados de Cieza, verá como en siglos pasados se han sucedido pandemias varias. Las más cercanas en el siglo XIX, donde se sucedieron catástrofes de cólera, tifus... que junto a la invasión francesa en aquellos comienzos del siglo XIX, en lo que quedaba de siglo y ya también en el pasado siglo XX, dejaron a Cieza, a Murcia y a toda la nación con muertos por todos lados a consecuencia de tales desgracias sanitarias.

Si me dicen a mí y a vosotros lo que íbamos a ver en estos tiempos no nos creemos nada, pero nada, porque todo esto es increíble, indigerible, capaz de sacarnos de lo más profundo un miedo nunca visto.

Hoy, día 26, me levanto con la noticia del fallecimiento de otro gran amigo, me refiero a Francisco Moreno, conocido en Cieza como Paco Chicha, padre del pintor ciezano del mismo nombre. Al referirme a él solo tengo palabras de recuerdo grato hacia su persona. Un gran ciezano, un enamorado de su ciudad, que le vio nacer hace ya 81 años. En su juventud perteneció al famoso Orfeón Santo Cristo del Consuelo de Cieza con ciezanos de aquella época, que supieron llevar el nombre de Cieza por toda España. Bajo la dirección de mi vecino de la Calle Cartas, Carmelo Gómez Templado, también fallecido, supo reunir las mejores voces ciezanas para cantarle a la vida, a esta tierra que los vio nacer y ahora los despide. Supieron en aquellos años de la postguerra llevar a todos los rincones de España las grandes voces de nuestro pueblo, y las famosas habaneras que tantos premios trajeron de los certámenes en Torrevieja en los veranos españoles de los que nadie ya se acuerdan y todos hemos oído hablar de aquellos éxitos ciezanos por toda la geografía española.

Paco Moreno, al que hoy despedimos, también perteneció al histórico Grupo de Coros y Danzas de Cieza, viajando también por todos sitios y llevando el folclore ciezano hasta fuera de nuestras fronteras. Se puede afirmar sin lugar a dudas que Paco fue un enamorado de su Cieza, embajador de su tierra por donde fuera, ciezano hasta la médula inculcando a sus hijos esa misma cualidad de amor a todo lo ciezano, a todo lo que significara Cieza, sus gentes, su cultura, sus devociones, sus pasiones y me consta que también quiso que sus nietos fueran conocedores de la cultura ciezana, de sus grandes tradiciones, de su semana santa, de sus fiestas y costumbres, para conocerlas y así amarlas como él lo supo hacer.

Paco Moreno también era un semanasantero de primera. Sus entrañas eran "dormis", apasionado con todo lo que conllevaba nuestra semana mayor, pero su alma y su corazón eran "dormis", tenía su sitio en el trono, como todos, ese sitio privilegiado de ser un andero dormi. Junto a Diego Ortega Rojas, "Peperre", Perico Gige, Torrecillas, y tantos otros ciezanos que dieron impulso a esta cofradía tan ciezana, tan del pueblo, sumidos siempre en proyectos de futuro, ilusionados eternos de nuestra semana santa ciezana, con la aparición de los Dormis en la postguerra del pasado siglo XX, la semana santa de Cieza resucitó por completo, y entre ellos estaba también Paco Moreno.

Coincidí con él en el coro de las novenas del Santísimo Cristo del Consuelo, yo era un crío cuando entré a cantar con ellos, tenía tan solo 15 años, era el más joven de aquellas voces que año tras año cantaban las llagas y el himno a nuestro San Cristo nueve días antes del día de la Cruz tan ciezano. Un año me llamó el sacerdote ciezano ya fallecido D. José Lozano Herrero, capellán de las monjas Clarisas de Cieza, y me entregó uno de los recuerdos más entrañables que todavía guardo como "oro en paño", me entregó una partitura escrita para él por el maestro Antonio León, que solo se había interpretado en la voz de D. José Lozano, estaba escrita para su voz y me dijo con lágrimas en los ojos lo siguiente: Manolo, te entrego esta partitura que para mí compuso el maestro LEÓN, cada vez que puedas se la cantas al Santo Cristo en mi memoria. Y así fue, con Paco Chicha, con el maestro Rodolfo que venía desde Blanca a acompañarnos con el órgano en las novenas, se ensayó y conseguí interpretarla muchos años delante del mismo D. José Lozano, que no paraba de emocionarse oyendo tan sentida y hermosa composición.

No solo se emocionaba el anciano sacerdote, nos emocionamos todos aquella tarde, primera vez que el que escribe logré cantarla sin dejar de emocionarme y me emociono cada vez que la canto o la susurro para mí.

Con Paco Moreno también he coincidido en aquellos viajes con la Adoración Nocturna de Cieza cuando salíamos a otros pueblos las noche de los sábados. Nos recorrimos media España, estuvimos en lugares que jamás hubiésemos visitado, pueblecicos de la montaña valenciana, o pueblos perdidos por León, o en Galicia, Castilla-La Mancha, Toledo y siempre nos lo pasábamos genial, no solo rezando que ya es bueno, sino viendo monumentos, que jamás hubiéramos visto.

Paco era un enamorado de su Cieza, embajador nato de la tierra que le vio nacer, buen padre, esposo; Manola, su mujer, es un cielo también. Sus hijos Paco, amigo y fundador conmigo de la Tuna de Cieza con Juan Carlos Montiel, Susi, Linares, Domingo, Gázquez, Pichurri, Rafa Espiñeira, José Ginés Alacid y más gente, fuimos también portadores de sueños juveniles con nuestra tuna, y anécdotas que hacen reír al más serio. El resto de sus hijos, Ana, Isa, Ángel, todos ciezanos de nacimiento y de corazón, amigos de verdad, con nuestros defectos y virtudes, pero amigos.

En estos momentos que vivimos de tanta calamidad le pido a los políticos altura de miras y no titubear en ayudar a la gente, al pueblo, sin reservas. A los sanitarios les doy un gran abrazo, sincero, de reconocimiento y por el valor que han demostrado. A los enfermeros/as, celadores, limpiadores/as, a la policía, a la Guardia Civil de España, a nuestro ejército, tan capaz de hasta de velar a nuestros difuntos como si fueran de ellos, sin dejarlos solos.

A las familias que han perdido un ser querido un abrazo especial, sincero, lleno de amor y especial deferencia. A los que demuestran que no han aprendido nada en estos tiempos de calamidades mi más asqueroso de los desprecios, a su indiferencia, a su arrogancia, a su falta de humanidad demostrada. A Paco Moreno, (Paco Chicha), un abrazo eterno, amigo, buen ciezano, te recogerá la tierra que tanto amaste en su seno, orgullosa de tener un hijo de Cieza tan enamorado de ella, de inculcar amor a su Cieza, a sus gentes, a lo nuestro, que es eterno, duradero. El que ama a su tierra ama a su nación, a su manera de concebir la vida en esta tierra nuestra que es paz, color, costumbres, raíces que guardar y entregar a los que vienen ahora. Es luz, esa luz que sale por la Atalaya y se refleja en nuestro río, en nuestra huerta, en la sonrisa de un ciezano/a que ama a su tierra.

Termino con la letra de aquella composición que me entregara el sacerdote ciezano D. José Lozano, que a Paco tanto le gustaba oír cantar de mi voz, y siente en este día un abrazo especial de este ciezano que no te olvida, que siempre te llevará dentro de su corazón. Hasta siempre Paco, te recibirá en el Cielo el Santo Cristo con un abrazo bien merecido.

VIVO SEÑOR TAN SOLO PARA AMARTE

Y EN TÍ MI CORAZÓN CIFRA SU ANHELO,

Y NO DEJA MI MENTE DE ADORARTE

PORQUE ERES DE LAS ALMAS EL CONSUELO.

ES MI PAZ, MI CONTENTO Y MI ALEGRÍA,

Y EL DULCE ENCANTO DE LA VIDA MÍA,

PUES SIEMPRE QUE A TUS PLANTAS HE LLEGADO,

BUSCANDO QUE ME AMARAS ME HAS CURADO

TODO DOLOR, TODO DOLOR.

AL EXHALAR MI ALIENTO POSTRIMERO,

PRENDIÉNDOME LA MUERTE CON SUS LAZOS,

A MI LADO SANTO CRISTO VERTE QUIERO,

PARA MORIR TRANQUILO ENTRE TUS BRAZOS.

Y AL DEJAR ESTA VIDA DE DOLORES,

ME DARÁS DE TU PECHO LOS AMORES,

COGIDO DE TU MANO AL AUREO CIELO,

ME LLEVES SANTO CRISTO DEL CONSUELO,

POR TU PASIÓN VEN JUNTO A MÍ,

SANTO CRISTO DEL CONSUELO.