"Queremos que nos dejen trabajar", exigía Joaquín Ramos, presidente de la Asociación de Hosteleros de Cieza. Sin lugar a dudas, estas palabras bien podrían ser repetidas por cualquiera de los empresarios de la hostelería que el pasado sábado 7 de noviembre se vieron obligados a cerrar sus negocios durante quince días; una medida que muchos no compartieron puesto que se sintieron directamente señalados ante el crecimiento de casos de COVID-19 en la Región de Murcia.

Este cierre de sus negocios durante diecinueve días, en el caso de Cieza, ha supuesto, en palabras de José Esteban Aroca, miembro del colectivo, "que nos estén ahogando. Hay muchos compañeros que no van a poder resistir esto, se nos está haciendo muy duro. Además de las ayudas que nos han prometido, queremos que nos dejen trabajar en el interior de los locales un poco’". Los hosteleros ciezanos se han visto apoyados también por el sector comercial que, durante unos minutos, ha cerrado sus negocios como muestra de apoyo a sus compañeros.

Esta manifestación ha sido el segundo intento que desde la Asociación de Hosteleros de Cieza se ha hecho para intentar expresar públicamente sus reivindicaciones ante una situación que considera insostenible. El primer intento de convocatoria fue desestimado ante el agravamiento de los casos de COVID-19 en esta localidad.

Por último señalar que, actualmente, los restaurantes y cafeterías de nuestra localidad solo pueden atender en las terrazas al 75% mientras que el interior de los mismos no puede ser utilizado para la venta de productos ni la atención de clientes.

A la manifestación ha acudido la edil de Comercio, María Jesús López; el de Hacienda, Antonio Ignacio Martínez-Real y el concejal de Vox, Juan Antonio Piñera.