Pero no pudo ser, el uno de enero a las nueve de la mañana dejaste de vivir, expirabas en Murcia, solo una llamada de nuestro amigo Juan Carlos Montiel para decirme el trágico desenlace, fatal, con apenas voz, entre llantos me comunicaba Juan Carlos tu muerte, me quedé helado, sin palabras, solo le dije que luego nos vemos.
Empezaba el año fatal, un mazazo para tu familia, tu querida Alicia, tus amigos y todos los que te hemos conocido aquí en nuestra Cieza eterna, en esta Cieza que gracias a gente como tú es un cielo, un bien a cuidar, mantener nuestras tradiciones y llevarlas a los nuevos tiempos, a los jóvenes para que cojan el relevo y nada se pierda y todo se conserve como nosotros lo hemos recibido.
Has sido un buen hijo, un buen amigo, un verdadero ciezano de "pura cepa", enamorado de tu Cieza, de sus cosas, enamorado de la amistad, sin recelos, solo la amistad sincera. Así era nuestro amigo Domingo González Valenzuela, un tío genial!.
Empezó de muy niño ayudando a misa en su Convento de San Joaquín, con el entonces párroco D. Juan Fernández, también fallecido hace muy poco tiempo. Luego pasó al coro parroquial, colaborando con los restantes componentes del mismo a los cultos todo el año, una persona creyente, ponía alma y vida en estas cosas. En su entierro en el pasado dos de enero ya le decía: "Domingo, estás en tu casa, en tu convento, en tu querido convento".
Domingo era un verdadero amigo, palabra difícil en estos tiempos donde reina solo el interés, la vanidad y lo miserable a veces, la amistad no se valora, tanto tienes, tanto vales. Domingo no era así, era amigo tuyo de siempre y de por vida, con los defectos y virtudes, pero amigo siempre. La amistad es un tesoro, un cielo.
En tus apenas 47 años has sido una persona creyente, el convento es testigo de ello, también tus amigos. Como ciezano has llevado en el corazón a tus Coros y Danzas de Cieza, has llevado el nombre de Cieza y de España por todos los países, con orgullo, con tesón, tú y todos sus componentes, por cierto, ahora que estás en el cielo, di a Sole Susarte, a Manolo Moxó, a Germán, a Carmelo Gómez Templado y a María Gómez que jamás serán olvidados, que sus nombres están grabados a fuego en los corazones de todos los componentes de tus Coros y Danzas.
Tu pasión por la música te llevó a ser componente y componente de los buenos de nuestra Tuna Diego Tortosa de Cieza y de la Cuarentuna. Estamos todos "hechos polvo", Domingo era "mucho Domingo", le decíamos cariñosamente "El Follilla", todo lo que tenía de grande lo tenía de bueno. Se empeñó cuando estábamos en la tuna de que se hicieran becas nuevas y bordadas, y así se hicieron. Se empeñó en buscar actuaciones y así fue. Se empeñó en tantas cosas..., un sol de amigo. En la tuna no somos amigos, somos hermanos. Cuántas noches de ensayos, noches de ronda, cuántas anécdotas Domingo!. Que maravilla de tradición lo de la tuna, ocho veces centenaria, donde tanto la gente rondada como nosotros disfrutamos en sana alegría y buena música.
En cierto certamen de tunas coincidimos con tunas de facultades de Murcia capital y éramos capaces de incluso superarles en muchas cosas, teníamos un nivel muy alto y lo demostrábamos por donde íbamos. Ahora que estás en el cielo, di también a Loli, la del Mesón del Moro, que se le recuerda como a una madre, ella nos cuidaba como una madrina, era muy atenta con nosotros siempre, dile que se le recuerda también. Cuando veas en el cielo a Mariano Moreno Quijada y a Vázquez les dices que les queremos, les mandamos un abrazo a los dos.
Otra faceta suya fue el ser cofrade del Stmo. Cristo de la Agonía de Cieza. Punta de vara en sus andas desde muy joven también, andero del Señor de Jueves Santo, bajo la eterna luna de esa noche de silencio, de oraciones, "la noche eterna de las noches ciezanas!". Siempre te gustaba ver entrar a la Señora del Jueves Santo, la Virgen de Gracia y Esperanza, a la que tantas veces ibas a acompañar en sus rosarios de la aurora, los domingos de octubre. Después de entrar la Virgen con tu túnica ya puesta ibas a por tu Señor del Silencio, callado, deseoso de sacarlo por las calles de Cieza ante la atenta mirada de todo un pueblo que ya los esperaba, siempre te quejabas de la cantidad de invitados que todos los años querían llevar al Señor por las calles aun no siendo cofrades, pero decías que comprendías esos momentos.
Me decías que en la procesión y bajo sus andas ibas siempre rezando, rezabas por tu familia fallecida, por los difuntos que no tenían quien les rezase nunca, rezabas por tus amigos, en silencio, callado, en la oscuridad de la noche de las noches y en la carrera. Ahora estarás viendo a tu Señor cara a cara, tal cual es!.
Descansa amigo, siempre estarás en nuestros corazones, siempre, descansar es ver al Señor, en su gloria, en su esplendor!. Como te dijo Juan Carlos en el cementerio: "Ya estás en el banquete del reino de Dios, no te lo comas todo, Domingo, nos dejas algo a nosotros para cuando vayamos!".
Ha sido una suerte conocerte y una suerte para Cieza el tener un hijo tan fiel, amante de su pueblo, de sus amigos, de nuestras tradiciones más señeras!. Siempre estarás en la punta de vara de las andas de tu Cristo, ya se ocupará el Nono Castex y el Tete de que así sea.". Pero quiero volver a vivir aquellos tiempos,imágenes de ayer que están en mi pensamiento, y quiero revivir aquellas noches de luna que cantando con la tuna te sentías tan feliz!. Reza por nosotros!.
